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Opinión

‘Secuestrados’ por el sicariato

La paz y tranquilidad de la que presumía la península de Santa Elena es parte del pasado. Ahora, las calles de sus cantones y pequeñas localidades también están manchadas de sangre, como sucede a diario en Guayas, Los Ríos, El Oro, Esmeraldas y Manabí, por las muertes violentas.

¿Cuándo se perdió la seguridad en esta bella tierra de paradisíacos balnearios? Asesinan a toda hora, en cualquier lugar, sin importar que inocentes pasen a centímetros de sus ‘blancos’. Así, la reactivación turística, tan cacareada desde el Gobierno, se estancará nuevamente, pero no por la COVID, sino por los criminales que continúan regando el terror por todo Ecuador.

¿Qué se debe hacer en Santa Elena?

“La provincia debe ser declarada en emergencia. Es urgente que las Fuerzas Armadas salgan a reforzar los patrullajes. Da miedo salir a la calle”, Carlos Vera Chamaidán, historiador y catedrático universitario.

“La delincuencia afecta al turismo, comercio y economía en general. Al parecer el problema se salió de las manos. No se ve el accionar de las autoridades”, Hugo Rodríguez, pres. Cámara de la Construcción.