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Opinión

¡Seguimos contaminando!

Durante el 2020 los índices de contaminación en Quito disminuyeron en un 60 % debido a las restricciones por la COVID-19. Poco a poco las actividades se han ido normalizando y todo ha vuelto a ser igual: carros lanzan esmog en la cara de los transeúntes, lo que pone en duda además cómo pasan las revisiones vehiculares.

Según la Secretaría de Ambiente, la calidad del aire es monitoreada todos los días a toda hora, aunque no ha sido posible encontrar informes recientes. Lo que sí se sabe es que el quiteño lidia no solo con los gases de los autos o la contaminación por las fábricas, sino hasta con la ceniza. Sí, porque aunque sean imperceptibles se han detectado nubes de gases emitidas por el Cotopaxi e incluso por El Reventador. Durante la pandemia la contaminación solo tuvo una pausa.

¿Cree que la contaminación volvió a Quito?

“La contaminación es mayor, ya que la gente quiere trabajar y las empresas generan aceleradamente recursos, que necesariamente contaminan el ambiente”, Patricia Delgado, trabajadora privada.

“En Quito la contaminación es evidente y creo que más que en otras ciudades. Yo creo que por el hecho de ser la capital, no solo contaminamos los que vivimos aquí”, Pilar Gallo, chef.