Ya venda esos ‘lastres’
La plata está botada. Sí, botada en edificios, haciendas, barcos, vehículos e incontables bienes muebles e inmuebles que el Estado posee y que, al parecer, está dejando que se destruyan y pierdan todo su valor para después venderlos, como comúnmente se dice, a precio de “gallina con peste”.
Y es que, luego del descalabro financiero de fines de siglo pasado, que liquidó dos terceras partes de los activos de la banca, el Estado tomó posesión de una gran cantidad de activos fijos, para cubrir las pérdidas incurridas de ese sector en quiebra. Ha pasado casi un cuarto de siglo desde aquella hecatombe, que obligó a emigrar a miles de ecuatorianos, y hoy el Gobierno ejerce funciones de terrateniente, armador, agricultor, promotor de proyectos y dueño de incontables inmuebles. Y para colmo, lo hace bastante mal.
Si uno fuese mal pensado afirmaría que se está permitiendo que los activos se deprecien al punto de que, cuando sean negociados, valgan ‘un pepino’.
Es imprescindible y más que urgente que la actual administración precise el valor de todos los activos que posee, y los catalogue de acuerdo con su localización, características, potencial económico y su precio base. Pero a su precio real, no al ‘disfrazado’ para intentar sacar alguna ‘tajada’ de aquello.
¡Hay que venderlos ya, antes de que sigan perdiendo su valor! Con ese dinero el Estado bien podría comenzar acciones concretas en materias diversas, como salud, educación y atención social.