La oposición anticorreísta que había estado aplaudiendo a Lenín, no solo por decir lo que dice de su antecesor, sino por la Consulta Popular (a la que la Corte Constitucional le está dando “largas”), ahora lo critica por las medidas económicas. “Una de cal y otra de canto”.

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La clave del asunto parece darla César Robalino, exvocero de la banca privada, quien afirma que tales “medidas” son hechas por un equipo económico de la “década pasada” que sigue en este régimen, ha puesto oídos sordos a los acuerdos a los que se llegaron en las reuniones que se realizaron entre el gobierno, las Cámaras y los organismos laborales. A pesar de lo dicho se siguen escuchando las voces que vienen desde Bruselas...

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El edificio público más grande del país que se construyó en Quito y que Rafico lo inauguró un día antes de su “honrosa retirada”, por culpa de San Pedro, que abrió sus llaves al día siguiente, quedó bastante inundado y ahora algunos empleados públicos no quieren cambiarse allí ni de vainas porque, según el propio Lenín, “tienen primero que aprender a nadar”...

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Como los asambleístas de AP están ahora divididos, y no funciona “la aplanadora” que pudo evitar el juicio político contra Glas (que lo puede poner a punto de la descalificación), el “vice” pide el respaldo de las bases “verdeflex”, usando el viejo grito populista de “pueblo contra trincas”.

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Está peleada la punta del Campeonato Nacional de Fútbol. El Bombillo volvió a encenderse, y Delfín está “placé”, como suelen decir los hípicos...