Opinión
‘Pilas’ para mantenerse sano en un albergue

Miguel González, Quito
Las enfermedades son lo primero que se debe evitar durante la estancia obligada de personas damnificadas, tras un desastre natural. En el Ecuador, la zona manabita específicamente, cuenta con más de 20.000 afectados por el terremoto del 16 de abril pasado. Pedernales, Portoviejo y Manta fueron los sectores más perjudicados por el incidente natural.
Sin embargo, el nuevo problema es que las personas hicieron su cotidianidad en lugares ajenos a su realidad hogareña. Christian Rivera, director del Centro de Operaciones de Emergencias de Quito (COE), dijo que estos sitios de acogida deben tener dos características fundamentales: dar seguridad y dignidad.
Si ambas van de la mano, problemas como los de enfermedades, estarán fuera de los lugares, a decir de Rivera. Para que esto ocurra, existen diversos factores para mantener sana a la población que habita allí.
“De todo esto se desprende la convivencia. Para ello la organización es fundamental”, indicó el funcionario.
La alimentación
Los damnificados están a expensas de los alimentos que se reparten en estos centros. Es decir, que ellos muchas de las veces no tendrán el control directo de lo que comen, debido a que todo es parte de una donación.
Pero se puede prevenir cualquier tipo de dolencia, partiendo por el buen uso que se dé, en primer lugar, al agua. “El líquido puede provocar parasitosis, diarreas, dolor de estómago, entre otras”, definió Rivera.
Por lo tanto, se debe verificar la calidad de esta antes del consumo. Lo que se entregue debe estar potabilizado.
Una vez definido esto, la cantidad que debe tomarse dependerá del individuo: edad, peso, estatura y otros factores que influirán.
En cuanto a los alimentos, lo ideal es que se ingieran porciones que varíen entre los cereales y las proteínas. “Se debe entregar al menos un plato de alimentos calientes, una vez por día”, precisó el director del COE.
En caso de que la estancia sobrepase los tres días, se debería incluir porciones de vegetales, para la adecuada absorción de nutrientes.
El aseo
El teniente Juan Carlos Ganchala, del Cuerpo de Bomberos de Quito, detalló que en los albergues, el aseo, tanto de las personas como de los implementos, es fundamental para no contraer sintomatologías.
“La gente debe usar el agua de una manera consciente, por el hecho de que está en un lugar que no es su hogar”, precisó el uniformado. Agregó que un individuo al menos debería tomar un baño una vez pasando un día, teniendo en cuenta el sitio en el que está.
La limpieza del cuerpo debe incluir la boca, las manos, los pies y las partes íntimas. Además, en lo posible hay que usar alcohol desinfectante durante la estancia.
Accesorios de higiene personal
Estos implementos de limpieza corresponden a un albergue donde se alojan 50 personas:
Cepillo dental suave
Pasta dental de 75 centímetros cúbicos
Jabón de tocador
Jabón para lavar ropa
Detergente de 250 gramos
Rollo de papel higiénico
Afeitadoras desechables
Toallas sanitarias.
Botiquín familiar básico
De igual manera, esto corresponde a un lugar de 50 albergados:
Cien sobres de gasa
Dos rollos de algodón
Dos frascos de alcohol
Un frasco de sablón
Un frasco de suero fisiológico
Dos rollos de esparadrapo
Una caja de guantes de látex
Dos tijeras pequeñas de punta redonda
Cincuenta rollos de venda elástica.