Opinión
Teatro en Guayaquil
Hay, sin lugar a dudas, un despertar impresionante en nuestra ciudad por el teatro de acceso popular que sirve, ya de esparcimiento a los espectadores, ya para aumentar su nivel de cultura al conocer las obras de preclaros autores nacionales y extranjeros.
La inauguración de un nuevo local destinado para tan laudable objetivo llamado LA BOTA en el Malecón del Salado puso en evidencia el “hambre” de cultura que ahora respira en nuestro pueblo. Dicho lugar ya es conocido por miles de personas que han desfilado por sus salas. En una de ellas se presentó. “Un hombre muerto a puntapiés”, una obra de Pablo Palacio que fue interpretada magistralmente por Aarón Navia.
Antes o después de la presentación de esta obra, y de todas las que se presentan el actor explica quién es su autor y su argumento.
“Las cruces sobre el agua”, del siempre recordado intelectual guayaquileño Joaquín Gallegos Lara fue estupendamente teatrizada por los estudiantes de la Escuela Politécnica de Guayaquil en los patios de la entidad, de manera gratuita, y llevaron a la escena una obra de un autor guayaquileño que en esa obra hizo conocer al mundo una de las páginas más aciagas de nuestra historia como la del 15 de Noviembre de 1922.
Ojalá la presenten de nuevo para que más público la pueda disfrutar viéndola.
Es saludable este despertar cultural en nuestra ciudad para que la juventud, de manera especial, comprenda que “no solo de Twitter o de Facebook vive el hombre....”! (BLC)