Opinión
Todavía hay que esperar
También en el fútbol, como en la política, suele ocurrir que se prepara un festejo triunfal y la realidad deja a los presuntos celebrantes con los churos hechos, como dice el refrán popular.
Ocurrió en el país hace algunos años cuando un candidato triunfó en la primera vuelta electoral y se creyó elegido. Fue a tomar baños de sol en una playa extranjera, armó su equipo de gobierno y alquiló viviendas para sus principales seguidores de fuera de la capita. Entonces fue a la segunda vuelta dispuesto a celebrar su victoria, pero el resultado lo dejó burlado.
Acaba de ocurrir algo parecido en el deporte. Delfín se aprestaba a celebrar su triunfo en la primera etapa del Campeonato Nacional de Fútbol, pero Barcelona, venciendo a Emelec por la mínima diferencia, lo dejó con la fiesta preparada, el miércoles anterior.
Ahora, el que aparecía como el virtual ganador de la primera etapa se verá sometido a una tensa espera y nadie puede asegurarle que su victoria esté garantizada. Cosas del fútbol y de la vida. En esta, cuántas esperanzas se han truncado al final de la batalla y cuántas sorpresas se han dado, como la actual en Barcelona, que aparecía virtualmente eliminado y ahora podría ser el ganador de la primera etapa. Todo está aún por verse.