Todo niño es un hijo. Pero no todo hijo es un niño

El primero de junio se celebra el Día del Niño. Vale aclarar que todo niño es un hijo, pero no todo hijo es un niño. Jurídicamente se considera niño a quien sea mayor de seis años y menor de doce. A los menores de seis años se los llama infantes, a los mayores de doce años y menores de dieciocho, se los llama adolescentes y por consiguiente todos somos hijos de un padre y de una madre, incluyendo nuestros abuelos, bisabuelos, nietos y bisnietos. Nadie queda afuera de esta norma.

Por consiguiente, si el niño, la niña, los padres, y las madres, los tíos, los abuelos, todas las cosas y casos tienen sus fiestas, es justo también que el hijo tenga una fecha señalada en el calendario anual. Vale resaltar que también los hijos que se constituyen en la razón principal de nuestra existencia sean exaltados en un día determinado y como los promotores de esta fiesta tienen fines comerciales, considero que debería ser celebrado el día que nació Jesús (24 de Diciembre Nochebuena y 25 de Diciembre Navidad).

Quiero participarles un acontecimiento triste que hace relación al tema: A una profesora amiga mía le falleció uno de sus hijos y ella exclamaba “lo lógico es que los hijos entierren a los padres, y no que los padres entierren a los hijos”.

Como padre que soy y que quiero mucho a mis hijas, y a la hija de mi hija, me sentí trémulo de un dolor profundo, y comprendo que Dios nos da a nuestros hijos como un préstamo que en cualquier momento lo podemos perder. Es por eso que debemos ser buenos progenitores. De ser posible, que se den charlas para los padres en las escuelas para que los hijos tengan una mejor formación integral.