Opinión
Todo tiene su límite...
Así como el surfista disfruta de copear las olas para meterse en su laberinto y salir airoso antes de que esta reviente, los colibríes revolotean alrededor de la flor hasta acabar con su néctar, las golondrinas regresan después de disfrutar de la bri
Así como el surfista disfruta de copear las olas para meterse en su laberinto y salir airoso antes de que esta reviente, los colibríes revolotean alrededor de la flor hasta acabar con su néctar, las golondrinas regresan después de disfrutar de la brisa del mar y de la puesta del sol. Todo lleva dentro de sí el germen de la destrucción.
Hasta los grandes robles tienen un límite si son talados y otros se resisten convirtiéndose en varios menesteres; igual las rosas se transforman en nada después de la primavera, luego de rendir su esplendor y belleza al aroma a los más lindos matices. Así, la semilla tiene su límite cuando se extingue para transformarse en fruto que lleva dentro de sí otra nueva vida; semilla inmortal porque tiene también el poder de la multiplicación, de la vida y de la muerte para de ahí renacer.
Igual la crisálida tiene su límite cuando se extingue para permitir disfrutar del volar de las mariposas. Y la amistad tan bella en su ejercicio tiene que, en algunos casos, convertirse en amor o el amor convertirse en amistad con toda su admiración y sus extrañeces. Todo es posible o imposible. Todo es abstracto o concreto, todo es duda o certeza, la única realidad es que nadie es eterno e infinito, solo Dios.
Si de repente se te extinguen los sueños, no te preocupes y emprende un nuevo sueño. Eso es la vida.