Un muerto por día

El pueblo venezolano lleva más de 80 días de protestas contra el despótico y torpe gobierno de Maduro. Y durante este tiempo ese régimen tiránico ha causado la muerte de 80 ciudadanos, jóvenes especialmente, asesinados por la brutal arremetida de la fuerza pública madurista.

En tanto, la OEA no pudo lograr un consenso para adoptar una resolución que condene al régimen venezolano. Y los intereses políticos y una falsa errada concepción de ciertos principios, como el de no intervención, se imponen sobre la vida y la muerte de los ciudadanos que quieren paz y libertad. En estos propósitos elementales de una sociedad civilizada van cayendo esos numerosos ciudadanos, jóvenes especialmente, y la vendimia de la muerte seguirá incrementando los asesinatos.

Hay ciertos valores que están sobre los principios políticos, como la vida; estos principios se hallan anulados en Venezuela. Y los países que forman la Organización de Estados Americanos cierran los ojos a esta realidad y se ufanan, más bien, por su adhesión formal a unos principios que no pueden estar sobre la vida y la libertad, aunque formen parte de una concepción que garantiza la supervivencia de regímenes atentatorios contra la esencia humana y sus derechos soberanos e irrenunciables.