Opinión
La verdad exige el país
Los sucesos acaecidos en la ciudad de Ibarra, que el país los vio en vivo y en directo por las redes sociales que ponen a los ciudadanos al tanto de lo que pasa en cualquier parte del mundo, al instante, conmocionaron profundamente la conciencia, la paz y la tranquilidad, y no podía ser de otra manera.
Diana Carolina, así se llamaba la mujer de 26 años, madre de dos niños, que fue víctima del asesinato ejecutado por un ser anormal. Murió ante la presencia de elementos de la Policía Nacional que no actuaron de manera alguna para evitar que el crimen se consumara, cuando una de las funciones principales de la fuerza pública es la de precautelar la seguridad de los ciudadanos mediante el empleo de procedimientos que conocen a la perfección.
El Estado y la Fuerza Policial deben hablar la verdad.
No hay para qué decir verdades a medias que a nadie convencen.
La violencia que se vive en el país es muy grave y preocupante. Y si la Policía actúa como lo hizo en Ibarra, podrían suceder cosas desastrosas para la vida del Ecuador.
La venganza por mano propia, superada por la historia y por la cultura, podría volver a tomar carta de naturalización en nuestro medio.
Como medidas, se canceló a la gobernadora de Imbabura y también al jefe de la Policía. Se enviaron fuerzas especiales por estos hechos, pero esta no es la solución.
El país entero, lleno de dolor e indignación, exige que se diga la verdad, por muy dolorosa y grave que esta sea. (BLC)