La verdad debe imperar sobre la mentira

El poder de la verdad es grandioso. Con este recurso se gana cualquier problema por más complicado que sea, y la verdad se impone por sí sola, mientras que la mentira requiere de más mentiras para poder seguir engañando. El término “verdad” se usa uniformemente para significar la coincidencia entre una afirmación y los hechos, o a la realidad a la que dicha afirmación se refiere o a la fidelidad a una idea.

La verdad se usa en un sentido técnico en diversos campos como la ciencia, la cultura, el arte, la tecnología, y todo aquello que permite el desarrollo del pensamiento y se imponga en contra de los enemigos de la realidad objetiva y subjetiva.

Podríamos poner por ejemplo que la verdad es como un cristal que se rompe a pedazos. Cada pequeño espacio es portador de una parte de la verdad y si unimos todos los pedazos tendríamos la verdad plena.

Nuestro país está invadido de mentirosos, especialmente en esta etapa de campaña que estamos viviendo en vísperas de elecciones. Ellos ofrecen el oro y el moro sabiendo que no van a cumplir sus promesas.

Todos los presidentes siempre han mentido al país, especialmente en la década perdida del expresidente Correa, quien utilizó la mentira como medio para engañar a la gente mediante declaraciones reiteradas, esperando que los oyentes crean, de forma que se oculte la realidad de manera parcial o total.

Considero que no existe partido político en el cual podamos confiar.

Lamentablemente se ha desprestigiado en el oportuno término la política, por consiguiente, ya es hora de reclamar a aquellos politiqueros para que cumplan con lo que prometen.