La agenda internacional del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, tendrá en enero una parada clave en Europa que despierta interés político, económico y ciudadano. Tras su participación en el Foro Económico Mundial de Davos, el mandatario ecuatoriano viajará a Bélgica para reunirse con altas autoridades de la Unión Europea (UE), en una cita que, más allá del protocolo diplomático, pone sobre la mesa temas sensibles como inversiones, seguridad y, especialmente, la visa Schengen.

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Será la primera vez que Noboa mantenga encuentros formales con la cúpula de la UE desde que asumió el poder. La reunión está prevista entre el 22 y el 24 de enero y llega en un momento en el que Ecuador busca reposicionarse internacionalmente como un destino atractivo para el capital extranjero y como un socio confiable en medio de los desafíos regionales en materia de seguridad y migración.

La canciller Gabriela Sommerfeld confirmó que el visado Schengen será parte de las conversaciones. “Va a ser la primera vez que el presidente Noboa visita a las autoridades de la Unión Europea, donde también estará el tema de la visa Schengen presente”, señaló en declaraciones a EFE. La mención no es menor: se trata de un asunto que afecta directamente a miles de ecuatorianos que desean viajar a Europa por turismo, estudios o negocios.

¿Por qué la Unión Europea es clave para Ecuador?

La UE es actualmente el segundo socio comercial de Ecuador, con una balanza favorable para el país sudamericano. Según Sommerfeld, el intercambio deja un superávit cercano a los 2.000 millones de dólares, una cifra que el Gobierno quiere potenciar a través de un nuevo acuerdo de inversión sostenible.

Este instrumento, explicó la canciller, busca ofrecer reglas claras y seguridad jurídica para atraer capital europeo. El objetivo es que la confianza se traduzca en proyectos productivos, generación de empleo y crecimiento económico. En ese contexto, la visita de Noboa apunta a reforzar el mensaje de estabilidad y apertura que su administración intenta proyectar hacia el exterior.

Además del componente económico, la seguridad figura como otro eje central del diálogo. Ecuador atraviesa una compleja situación interna marcada por el avance del crimen organizado, un fenómeno que también preocupa a Europa por sus implicaciones transnacionales. Sommerfeld habló de “una agenda inmensa” en este ámbito y de múltiples puntos de coincidencia entre Ecuador y la UE.

¿Por qué Ecuador sigue necesitando visa Schengen?

Ecuador es hoy el único país de Sudamérica cuyos ciudadanos deben tramitar visa para ingresar al espacio Schengen. Para la Cancillería, esta situación tiene raíces políticas. Sommerfeld recordó que la exigencia se mantiene “por decisiones políticas, ideológicas del propio Estado ecuatoriano, en un momento de la historia donde los otros países de la región acceden, en conjunto, a la exención del visado”.

La ministra fue clara al señalar que la eliminación de la visa no es un derecho automático, sino un privilegio que depende exclusivamente de la decisión europea. Para que esa “ventana de oportunidad” se abra, Ecuador debe cumplir ciertos criterios, entre ellos reducir la tasa de rechazos en las solicitudes.

En ese punto, el Gobierno reconoce que existen problemas asociados al uso de información falsa, un factor que las autoridades europeas detectan y sancionan. La UE, de hecho, avanza hacia la digitalización de los visados como una forma de minimizar estos riesgos.

Aun así, desde Quito se insiste en que existe un trato desigual. Sommerfeld afirmó que han planteado a sus interlocutores europeos que “hay un trato discriminatorio con el Ecuador”, al compararlo con países que tienen mayor número de migrantes en Europa y gozan de exención.

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