La investigación por el crimen de una mujer de 70 años, afuera de una iglesia de la calle Pedregal, en el sector Rumipamba, del norte de Quito, ha arrojado información alarmante. El caso, suscitado el 16 de marzo de 2025, ahora espera una fecha para la audiencia preparatoria de juicio contra siete sospechosos.

El hecho se suscitó cuando la víctima estaba por bajarse de su auto. Ahí, fue interceptada por dos hombres a bordo de una motocicleta que se estacionó junto a ella. Ellos la mataron a tiros. El arma usada habría sido proporcionada por dos mujeres que caminaban por el sector y que, al parecer, le confirmaron a los asesinos el paradero de su objetivo.

Un mes después del hecho, dos personas fueron detenidas: Juan Francisco, nieto de la fallecida, y Esteban, conductor de un taxi informal que hizo una carrera a las mujeres que entregaron la pistola. En julio se sumó una tercera aprehendida, llamada Juliana, quien sería la dueña de la cuenta bancaria donde se depositó el dinero para el hecho.

Los parientes implicados en este crimen afuera de una iglesia

Sin embargo, la aprehensión de estas tres personas solamente fue el inicio del ‘ovillo’ criminal que rodeaba el caso. EXTRA accedió a información sobre el proceso, el cual muestra una trama mucho más amplia.

Según los datos recabados, la captura de Juliana brindó detalles para ir tras la pista de más procesados. Los investigadores determinaron que Juan Francisco (20 años) no habría sido el único pariente directo implicado, sino también su hermano Daniel (18).

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Un allegado a la familia le comentó a EXTRA que ambos nietos de la víctima, presuntamente, hacían depósitos a la cuenta de Juliana. El objetivo habría sido pagar el crimen que debía cometerse para luego apoderarse de los bienes de la adulta mayor, según Fiscalía.

Pero lo más sorprendente vendría con el avance de las pericias. Detrás del entramado no solo estarían los muchachos, sino también su padre, quien presuntamente enviaba el dinero para que se lo dieran a Juliana, acotó el familiar.

Supuesto sicario capturado

Con toda esa información, el Ministerio Público decidió también vincular al proceso a Juliana, Daniel y Bolívar, padre de los dos jóvenes e hijo de la mujer asesinada.

No obstante, no fueron los únicos, ya que con más indicios se logró dar con el presunto sicario llamado Jhonier, conocido con el alias de Cali, fue detenido por agentes policiales hace dos meses en el norte de Quito. Él fue procesado por el delito de tráfico de drogas, ya que le hallaron 19 fundas con marihuana. 

Pero él fue vinculado al caso luego de que Juliana lo nombrara durante las pericias, reveló el allegado de la fallecida. Se identificó también a una de las mujeres que habrían entregado el arma, Damaris, quien está prófuga.

Sin embargo, falta detener a más personas: el conductor de la moto usada para que el supuesto asesino se movilizara y la segunda mujer que estuvo presente durante la entrega de la pistola. Ahora, los parientes de la asesinada están a la expectativa de lo que se diga en la audiencia preparatoria de juicio. Con lo que se decida, se sabrá el nivel de participación de los procesados en este hecho que desgarró a una familia.

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