Tres postes es un punto neurálgico en la ruta que conecta Guayaquil con Babahoyo y, por esa misma vía, con Quevedo y Santo Domingo. Además, es paso para quienes van hacia Guaranda. Administrativamente pertenece a Yaguachi y Jujan (Guayas), pero en la práctica la carretera funcionaría como línea divisoria de control criminal.

Según información de campo, al viajar en dirección a Jujan el costado derecho estaría bajo influencia de Lobos Box, mientras que el izquierdo sería controlado por facciones vinculadas a Los Choneros.

Ahora bien, más allá de los linderos, los especialistas sugieren mirar el corredor como un sistema económico del delito. Según el analista de seguridad Nelson Yépez, el rasgo estructural no son las “muertes aisladas”, sino el asalto en carretera: “el objetivo central es la transportación pesada y los vehículos que movilizan mercadería”.

En ese sentido, Yépez explica que la criminalidad “se mueve” cuando aumentan los controles. Si antes el foco estaba entre Balzar, El Empalme y el anillo vial de Quevedo, hoy se observa presión hacia otros lugares. Tres Postes, añade, “ha sido por años cuna de sicarios”, con puntos cercanos que los lugareños asociarían a espacios de entrenamiento.

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Por su parte, el académico y analista Marcel Merizalde advierte un fenómeno más amplio: el surgimiento de un orden alterno de tipo paramilitar, donde grupos delictivos “ofrecen seguridad” mientras sostienen economías de extorsión. Según su lectura, ese “Estado alterno” eleva el riesgo de escalamiento del conflicto, incluso con amenazas a policías y militares, si el Estado no recupera autoridad en la vía.

Lo que ocurre en Tres Postres

Con ese marco en mente, el costado asociado a Lobos Box concentraría reportes de asaltos, extorsiones (‘vacunas’), microtráfico y sicariato, según un informante consultado por EXTRA. Fuentes locales, además, ubican en Tres Postes a una célula llamada Guantes Rojos, con liderazgos atribuidos a alias Robinson y alias Zapote. Sobre el primero existiría incluso una boleta de detención.

A la par, se ha conocido que en la zona operarían otros individuos apodados Juan Bola, La Burra y Chespirito, al parecer sin parentesco entre sí, pero con supuestas participaciones en diferentes ilícitos. No obstante, insiste Yépez, el eje central es la renta sobre el flujo. “Quien controla el punto, controla la mercancía y el peaje criminal”.

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De hecho, el propio experto describe modalidades que combinan movilidad y engaño: equipos en motocicleta que replican “retenes”, e incluso la simulación de operativos policiales para forzar la detención de camiones y vehículos livianos. Un caso reciente, relata, involucró a tres motos con supuestos uniformados que detuvieron un camión en custodia. Al llegar los asaltantes se llevaron el vehículo, luego recuperado en El Empalme, un cantón en el norte de Guayas.

Víctimas de esta zona de Guayas

En ese contexto, para dimensionar el riesgo que enfrenta quien transita por la zona, se registran hechos que marcaron a este sector y que, pese a su gravedad, no trascendieron. Uno de ellos ocurrió a las 05:20 del 13 de noviembre de 2024, a la altura del ingreso a Mata de Caña, cuando dos motocicletas le cerraron el paso a Dennis Fabián Coello Suárez (34 años), infante de Marina, y a su compañero. Ellos iban rumbo a la Base Naval San Eduardo, en Guayaquil.

Según una versión del expediente de este caso ante Fiscalía, a ellos los encañonaron con armas tipo revólver, les sustrajeron una Yamaha FZN-250, mochilas y celulares, y les ordenaron correr por sus vidas. El compañero huyó por la carretera, mientras que Coello hacia un costado, al parecer hacia matorrales. A él, un disparo le impactó por la espalda.

En consecuencia, fue llevado a una clínica, en Babahoyo, donde posteriormente se confirmó su fallecimiento.

A partir de ese hecho, y como resultado de diligencias en la zona, el 11 de diciembre de 2024 la Policía Judicial aprehendió a alias Loquillo. En el domicilio le incautaron una pistola Glock calibre 9 milímetros, chalecos antibalas, terminales móviles y tres motocicletas. Entre los indicios constaba una Yamaha FZN-250 negra, la misma reportada por la familia de Coello el día del crimen.

Sensación de paz con  'vacunas'

Para Yépez, casos como este confirman que la letalidad es consecuencia de la economía del asalto: se dispara para controlar la escena, quebrar resistencias y ganar tiempo de fuga. La frontera, resume, no es solo un cambio de jurisdicción: es un peaje de facto sobre bienes, personas y horarios.

Algo similar expone Merizalde al analizar el impacto comunitario: la “sensación de paz” que algunos actores ofrecen se financia con aportes forzosos y ‘vacunas’. Precisa que cuando un desplazamiento ordinario hacia el lugar de trabajo termina en una sala de emergencias o en muerte, el supuesto “orden” se revela como lo que es: control por miedo.

El 3 de enero de 2025, otra escena dejó en evidencia ese riesgo. Tras haber estado en Ayangue (Santa Elena) y haber pasado por Guayaquil, Patricia Orquera (39), psicóloga originaria de Quito, se detuvo a comprar mangos en Tres Postes, según relató un testigo. En segundos, alguien abrió la puerta de su carro e intentó sustraerse un teléfono, pero un perro dentro del auto ahuyentó al intruso y la mujer reclamó. Se oyó un disparo: el proyectil ingresó a la altura del abdomen.

A Patricia la trasladaron al Hospital Martín Icaza, en Babahoyo, donde murió por la gravedad de la herida. La Dinased reportó la aprehensión de alias Cito (23), señalado como integrante de Lobos Box en Tres Postes. En entrevistas policiales preliminares, un conocido del grupo mencionó la supuesta participación de Zapote, Cheme y 38, presuntamente por orden de alias Robinson, quien además sería conocido como Defox.

Economía del miedo

En la zona, de acuerdo con lo expuesto por un informante, los comerciantes harían pagos de hasta 200 dólares semanales a causa de las ‘vacunas’. Y debido a eso, también se habrían registrado atentados a negociantes, quienes temerían denunciar formalmente estos hechos.

Otro hecho que caracteriza la geografía de Tres Postes es que, coincidentemente, la producción agrícola también esta marcada por la misma frontera: en el margen izquierdo (atribuido a Los Choneros, quienes serían liderados por alias Doble A desde el cantón Milagro) estarían los arroceros y ganaderos, mientras que en el derecho (Lobos Box) predominan fincas bananeras, con dinámicas de cobro más visibles.

Lo que se debería hacer en esta zona y el país, según expertos

A juicio de Yépez, la respuesta es asumir el corredor como un sistema vivo: mapear horarios, entradas y salidas, y mover controles con la misma velocidad con la que se desplazan las bandas. De lo contrario, las economías ilegales se mueven a tramos vecinos cada vez que sienten presión.

Merizalde coincide en la dirección estratégica, pero agrega un elemento político: “evitar delegar de facto la seguridad” a actores irregulares. Plantea que recuperar la autoridad pública en la vía y proteger las rutas de carga es una condición para desarmar la economía de extorsión que sostiene el control territorial.

En síntesis, Tres Postes condensa una tensión mayor: un paso obligado convertido en frontera criminal. Bajo el ruido de camiones y el zumbido de motos, dos historias (un marino que salió de madrugada a trabajar y una profesional que solo hacía escala en su viaje a Quito) muestran que el asfalto no es neutral. La disputa entre grupos de delincuencia organizada no solo separaría este sector. Para los expertos, delimitaría los tiempos, precios y miedos de quienes cruzan cada día.

Datos adicionales sobre Tres Postes

• Tres Postes cuenta con una población aproximada de 5 mil habitantes.
• Esta localidad debe su nombre a tres antiguas haciendas: Ñauza, Villa Mercedes y Valdez. Como sus linderos coincidían, cada una colocó un poste de fijación, y con el tiempo el lugar pasó a llamarse Tres Postes.

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