Una semana de angustia vivió María Játiva para poder sacar a su hijo de la cárcel quien estaba por infracciones. La madre de familia aseguró que durante una semana no podía ni comer ni dormir con tranquilidad.

Su hijo debía salir el martes 9, pero ya no pudo tramitar la boleta de libertad porque un grupo de reos se tomaron las instalaciones del Centro de Rehabilitación Social que está en el sur de Ambato.

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Desde la noche del sábado 13 el bloque de seguridad integrado por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional tomaron el control absoluto del centro penitenciario. Liberaron a 13 guías retenidos y requisaron cada pabellón e incautaron armas y droga.

En los alrededores de la cárcel el comercio también comienza a reactivarse. El Mercado Mayorista abrió sus puertas y las personas salieron con más libertad a realizar sus ventas y compras. El Mercado América y la Terminal de Transferencia que colindan con las paredes del centro de privación de libertad, siguen cerrados hasta nuevas disposiciones.

FAMILIARES ESPERABAN CON ANSIAS

El domingo 14 los familiares madrugaron para saber el estado de salud de los PPL. Muchos se desesperaron al observar humo que salía desde el interior, pues pensaban que se trataba de un nuevo motín, pero los militares descartaron que se trate de disturbios sino que estaban quemando desechos acumulados para la limpieza total de la cárcel.

Los militares tienen el control dentro y fuera, mencionaron varios uniformados del Ejército. Aún las visitas están suspendidas, pero dieron toda la facilidad para los familiares que tenían las boletas de libertad para que salieran aquellos que cumplieron la sentencia.

María entregó sus papeles y esperó afuera del Centro de Rehabilitación Social a la espera de abrazar a su hijo.

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