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Babahoyo: Mujer asegura que no mató a su hijo
El crimen ocurrió durante una pelea familiar. La madre de la víctima cuenta lo sucedido
Gabriela Garaicoa juraba que no había matado a su hijo Javier Buenaire. Hasta este domingo 23 de julio, la mujer era señalada del hecho, que se dio durante una riña familiar dentro del domicilio de ambos, ubicado en la calle Bolívar y 25 de Junio, en Babahoyo, Los Ríos.
La mujer decía que quien habría matado al chico, de 22 años, sería su padrastro, supuestamente por defenderla a ella. Según Gabriela, el problema empezó en el billar donde trabaja.
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Su hijo llegó a pedirle prestada la moto eléctrica, pero no se la dio. El conflicto continuó en la vivienda donde se encontraba su marido y, al calor de los tragos, este reaccionó para defenderla de los insultos que Javier le decía a Gabriela. “Ambos se fueron de golpes y mi marido cogió un machete, pero se lo quité. Después yo le pegué a mi hijo para que se calmara y finalmente mi esposo había tomado un cuchillo con el que le ocasionó un corte a un costado del tórax”, sostuvo.
La esposa de Javier lo trasladó al hospital, pero allí le dijeron que había muerto por una hemorragia aguda.
Gabriela pensó que no se trató de algo grave y estaba por salir a pasear con sus amigas. Fue ahí que la Policía la aprehendió como principal sospechosa, según las versiones recabadas inicialmente.
Sin embargo, la mujer insistió en que no tenía relación con el suceso. “Yo no maté a mi hijo y la gente no me cree. Mi esposo está huyendo y hasta mi familia me ha dado la espalda”, dijo llorando.
Madre del fallecido
Javier vivía con su familia bajo el mismo techo que su progenitora. Los problemas por dinero eran el principal motivo de las peleas. El muchacho no tenía trabajo y su madre le pedía que le diera dinero para pagar del arriendo.
La Policía inició la investigación y ahora buscan al padrastro del difunto como principal sospechoso del delito. Entre tanto, ayer la familia se peleaba por el cuerpo, ya que unos querían llevárselo a Santo Domingo y Gabriela quería que se lo dejaran para velarlo en su casa. Hubo dos enfrentamientos entre mujeres y finalmente al difunto lo dejaron en Babahoyo.
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