En una camioneta se movilizaban los asesinos de los hermanos trillizos Julio César y Julio Jacinto Muñoz Cadena, ambos de 40 años. Los hermanos fueron atacados mientras conversaban en una de las banquetas del parterre central de la avenida General Barona, entre las calles Barreiro y Mejía del cantón Babahoyo, en la provincia de Los Ríos.

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 El crimen ocurrió pasadas las 20:00 horas del lunes, frente a varias personas que transitaban por la zona, donde además se encuentran un centro de abastos, un restaurante y el hospital Martín Icaza de la capital riosense.

Según testigos presenciales, los sicarios ni siquiera se bajaron del vehículo en el que se transportaban y, desde la ventana, abrieron fuego contra los hermanos para luego huir con rumbo desconocido. Tras las detonaciones, los lugareños prestaron su ayuda a las víctimas. Julio Jacinto fue embarcado en un vehículo particular para ser llevado al hospital del seguro social, mientras que Julio César quedó tendido en el suelo, bocabajo, junto a la banqueta del parterre central.

Silvia Choez, esposa de Jacinto, no aportó muchos datos relevantes para la investigación, pero se mostró profundamente afectada al confirmar la muerte de su marido. La mujer informó a la policía que su esposo era empleado municipal y que trabajaba en estrecha colaboración con su hermano César, quien también laboraba para el Cabildo mediante contratación pública.

Los hermanos Muñoz Cadena eran trillizos y ahora solo queda uno con vida, quien reside en otra provincia. Aún no se han establecido las circunstancias exactas del ataque, pero la policía logró identificar el vehículo en el que huyeron los sospechosos.

El jefe de la Subzona Los Ríos N°12, coronel William Calle, informó que uno de los fallecidos, César, registraba una detención anterior por el delito de asociación ilícita en el año 2023. "Estamos entrevistando a testigos y estos han manifestado que, además de la camioneta, en este hecho también participó un automóvil", detalló el coronel Calle.

Los cuerpos de ambos hermanos fueron trasladados a la morgue local para la realización de los trámites pertinentes. La autopsia reveló que César recibió 10 disparos en su cuerpo, mientras que Jacinto fue alcanzado por 14 balas.

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