La provincia de Manabí vuelve a estar de luto. A solo seis días del hallazgo de los cuerpos de cinco jóvenes manabitas en una zona montañosa de Puerto López, otro hecho estremecedor sacude a la región. Esta vez, en el cantón Pedernales, se encontraron los cadáveres de dos adolescentes enterrados en la arena de una playa.

LEE TAMBIÉN: Doble homicidio en Babahoyo: Lo que se sabe de ataque a padre e hijo

Según informó la Policía Nacional, las víctimas fueron identificadas como José Armando Olivez Álvarez, de 18 años, y un menor de 17. Ambos eran estudiantes de colegios del cantón Pedernales, en el norte de la provincia, y se encontraban reportados como desaparecidos desde el sábado 19 de julio.

Así fue el hallazgo de los cuerpos

El hallazgo ocurrió la tarde del lunes 21 de julio, cuando la Policía recibió información clave que permitió ubicar el sitio donde se encontraban los jóvenes. Tras realizar una excavación en la playa, los agentes encontraron primero un cuerpo y luego el segundo. Fueron los propios familiares quienes confirmaron la identidad de las víctimas al reconocer sus rostros y vestimenta.

Los cadáveres fueron trasladados al Centro Forense de Santo Domingo, donde se realizará la necropsia respectiva. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer este hecho que ha generado conmoción en el norte manabita.

Otro caso similar en Puerto López

Este nuevo crimen ocurre apenas unos días después del hallazgo de cinco cadáveres en la comunidad El Pital, en el cantón Puerto López, al sur de Manabí. Las víctimas eran jóvenes oriundos del barrio La Pradera, de Manta, reportados como desaparecidos desde el 6 de julio, fecha en que salieron a un paseo hacia Jaramijó, lugar donde se sospecha que fueron secuestrados.

Los fallecidos fueron identificados como los hermanos Kevin Calixto Quiroz Figueroa, de 27 años, y Carlos Daniel Quiroz Figueroa, de 19, ambos mecánicos; los también hermanos Bryan Rubén Mera Esmeraldas, de 26, y Steven Alejandro Mera Esmeraldas, de 24, emprendedores dedicados a la venta de roscas; y Ernesto Israel Mendoza Carreño, de 26, quien se dedicaba a realizar fletes.

En la escena del crimen se encontraron varios indicios balísticos, lo que refuerza la hipótesis de una ejecución múltiple.

Para contenido exclusivo: SUSCRÍBETE AQUÍ