Este 5 de agosto de 2025, Esmeraldas vivió una jornada cargada de orgullo, cultura y memoria histórica, al conmemorar los 205 años de su independencia política. Desde tempranas horas, miles de ciudadanos se volcaron a las principales calles del cantón para presenciar el tradicional desfile cívico-militar que marcaba el cierre de las festividades patrias. Sin embargo, lo que debía ser una celebración solemne y colorida, terminó empañada por disturbios que interrumpieron el acto.

El desfile arrancó con entusiasmo. Delegaciones estudiantiles, fuerzas armadas, instituciones públicas y privadas, agrupaciones culturales y bastoneras recorrieron la ciudad al ritmo de bandas de paz y vítores del público. Las bastoneras y cachiporreras desplegaron su talento con elegancia, mientras los abanderados y portaestandartes daban el tono solemne a una jornada que evocaba el grito libertario del 5 de agosto de 1820, cuando Esmeraldas protagonizó la primera independencia afrodescendiente del Ecuador.

Pero la celebración se vio abruptamente interrumpida. Una alerta por un presunto atentado contra un estudiante generó pánico entre los asistentes. Testigos relataron que, tras el paso de la delegación de la Unidad Educativa Luis Tello, una oleada de personas irrumpió en la calle destinada al desfile, corriendo despavoridas y generando un caos generalizado. El desfile se detuvo por varios minutos, impidiendo la presentación de la Unidad Educativa Particular La Inmaculada y alterando la programación del evento.

La reacción de seguridad fue insuficiente. A pesar de la magnitud del acto, la presencia policial fue escasa y no se contaba con la infraestructura mínima de seguridad, como cuerdas o barreras que delimitaran el espacio entre los participantes y el público. La vigilancia quedó en manos de agentes municipales, cuya capacidad de respuesta se vio desbordada ante el tumulto. La falta de previsión logística permitió que el desfile, en lugar de ser una fiesta cívica, se tornara en una escena de confusión.

Pese al incidente, muchos ciudadanos reconocieron el esfuerzo de las delegaciones y valoraron el espíritu patriótico que se vivió en gran parte de la jornada.

Rioverde también conmemoró su independencia

En otras localidades como Rioverde, los actos conmemorativos se desarrollaron con normalidad y entusiasmo. El cantón celebró también sus 205 de independencia con un desfile que recorrió sus principales calles y contó con la participación activa de autoridades, estudiantes y organizaciones sociales. Las bandas de paz, los uniformes impecables y la energía contagiosa de los jóvenes transformaron el acto en una verdadera muestra de identidad y compromiso cívico.

Mientras Rioverde cierra con alegría su aniversario, en Esmeraldas queda un sabor agridulce. Si bien se revivió con emoción la memoria de los próceres de 1820, también se evidenció la necesidad urgente de mejorar la organización y seguridad de estos eventos multitudinarios. La independencia se celebra, pero también se protege.