Momentos de pánico vivieron decenas de familias en el centro de Machala durante la madrugada de este sábado 5 de julio, cuando una potente explosión sacudió un amplio sector de la ciudad. El artefacto, colocado frente a una empresa de seguridad privada, provocó daños materiales en al menos 11 viviendas cercanas y dejó al barrio sumido en el caos.

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El estallido ocurrió a las 00:10, en la calle Federico González, entre Bolívar y Pichincha, a pocos metros del Cementerio General. El estruendo fue tan violento que se escuchó a varios kilómetros a la redonda. Desde barrios como Las Brisas y Urseza se reportaron llamadas de emergencia por temor a una fuga de gas o un colapso estructural.

“Yo estaba durmiendo cuando sentí un estruendo horrible. Todo tembló. Pensé que era un terremoto o que se había caído una casa”, contó una vecina, mientras barría los vidrios rotos de su ventana con manos temblorosas.

Destrucción y miedo en Machala

La onda expansiva destrozó ventanales, dobló la puerta metálica del garaje de la empresa atacada y causó fisuras en varias casas. Algunas familias reportaron también daños en techos y puertas interiores. Las veredas amanecieron cubiertas de escombros y fragmentos de vidrio.

Al lugar acudieron efectivos de la Policía Nacional y el Cuerpo de Bomberos, quienes acordonaron la zona y evaluaron la magnitud de los daños. Aunque no se reportaron heridos, las pérdidas materiales fueron considerables.

Con el primer amanecer tras el atentado, el panorama fue desolador: calles cubiertas de vidrios rotos, rejas torcidas y vecinos tratando de limpiar con escobas y fundas plásticas lo que quedó de sus hogares.

Sospechas de un ataque dirigido

Aunque las autoridades no han revelado el nombre de la empresa afectada, fuentes policiales indicaron que el ataque habría sido dirigido específicamente contra esta firma de seguridad. Se investiga si se trata de un acto de represalia o extorsión, posiblemente relacionado con bandas delictivas.

Este atentado reavivó el temor entre los habitantes del sector, pues no es el primero: hace menos de un año ocurrió otra explosión en la misma zona. Muchos temen que la violencia escale aún más.

La Policía continúa con las pericias y la revisión de cámaras de seguridad para dar con los responsables del ataque.

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