La parroquia Daule, ubicada en el cantón Muisne, se vistió de gala este sábado 19 de abril de 2025 para recibir el Cuarto Festival del Robalo, un evento que no solo celebra la pesca deportiva, sino que también destaca la rica cultura y gastronomía de esta encantadora zona de Esmeraldas. Con un ambiente festivo y una participación masiva, la jornada se convirtió en un verdadero homenaje a la tradición y la comunidad.

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Desde temprano, los pescadores se congregaron en la orilla del mar, listos para lanzar sus cañas en busca del robalo, el pez estrella de la jornada. Entre risas y anécdotas, los participantes compartieron su pasión por la pesca, creando un ambiente de camaradería que trascendió la competencia. "Es más que solo pescar, es compartir con amigos y familia", comentó Javier Mero, un pescador local que ha participado en todos los festivales. Su entusiasmo era contagiante, y su sonrisa reflejaba la alegría de ser parte de esta tradición.

El festival no solo se limitó a la pesca. Los asistentes pudieron disfrutar de una variada oferta gastronómica que incluía platos típicos de la zona. "La comida aquí es insuperable", afirmó María Castañeda, una visitante de Quito que llegó a Daule atraída por el festival. "He probado el ceviche de robalo y el cacaño, y son simplemente deliciosos. Cada bocado me transporta a la esencia de la costa ecuatoriana". La gastronomía, rica en sabores y aromas, se convirtió en un puente que unió a los visitantes con la cultura afroecuatoriana que caracteriza a esta zona.

El ambiente musical también jugó un papel fundamental en la celebración. Grupos locales deleitaron a los presentes con melodías que resonaban en el aire, creando una atmósfera vibrante. "La música es el alma de nuestra fiesta", expresó Carlos España, un músico local que ha tocado en cada edición del festival. "Nos une, nos hace bailar y celebrar juntos". Las danzas tradicionales, acompañadas de ritmos contagiosos, invitaron a todos a unirse en la celebración, convirtiendo cada rincón del festival en un espacio de alegría compartida.

El Cuarto Festival del Robalo no solo fue una fiesta de pesca, sino un encuentro de familias, turistas y emprendedores que encontraron en Daule un lugar para celebrar la vida y la tradición. "Es un orgullo ver a tanta gente disfrutando de nuestra cultura", dijo Elena Molina, una emprendedora local que expuso sus artesanías en el festival. "Cada año crecemos más y más, y eso es gracias al apoyo de la comunidad y los visitantes".

El camarón de río también tuvo su festival

En paralelo, el recinto La Lora, en la parroquia Daule, también vibró con el Festival Gastronómico del Cacaño, donde el camarón de río se convirtió en el protagonista. "El cacaño es una joya de nuestra gastronomía", comentó Luis Camacho, un chef local. "En este festival, mostramos lo mejor de nuestros sabores, y la respuesta del público ha sido increíble".

Con colores, sonrisas y el inconfundible aroma del cacaño, los visitantes se unieron para celebrar la riqueza de la tierra.

Daule, con su calor humano, su gastronomía exquisita y su rica cultura, se reafirma como un destino turístico imperdible en la provincia de Esmeraldas.

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