En la calle Olivia Parrales del cantón Paján, al sur de Manabí, no lloran a César Suárez Pilay el fiscal, sino al ser humano, al solidario, al amiguero, a quien caminaba en pantaloneta y sandalias por las calles y en cada esquina saludaba y hasta bromeaba con sus vecinos.

(Te invitamos a leer:  Daniel Salcedo llegó a Ecuador sin ser mostrado a la prensa tras ser deportado de Panamá)

En este lugar hay tristeza y nostalgia tras perder a uno de sus hijos más queridos. Y es que el fiscal César Suárez, asesinado la tarde del miércoles 17 de enero de 2024, en la avenida del Bombero en Guayaquil, era organizador de bingos gratuitos, actividades sociales y de algunas festividades en el cantón. En la barriada aseguran que ya nada será igual, pues les arrebataron a un personaje 10/10.

Henry Suárez, hermano del fiscal, siente un nudo en la garganta al recordarlo. “Estuvo compartiendo con nosotros el último sábado. Siempre nos decía que nos cuidáramos, nos aconsejaba. Era una persona muy buena y trabajadora, que no le hacía daño a nadie, que ayudaba al prójimo”, expresó consternado.

El pariente reveló que César siempre soñó con ser fiscal, por ello viajó a Guayaquil para estudiar jurisprudencia. Entre sus primeras experiencias, fue asistente y secretario del conocido fiscal William Aguilar Martillo. Luego desempeñó funciones en las fiscalías de Jipijapa, Manta, Quito y finalmente Guayaquil.

“Él era muy entusiasta, le gustaba organizar eventos para ayudar a los más pobres. Lo vamos a extrañar mucho. Toca seguir con su legado, porque él lo habría querido así. Toca luchar por nuestros padres que aún están con nosotros, como él lo hacía”, exclamó Henry.

Manolo Ortega recuerda a César Suárez, el ‘pelotero’. A la edad de 11 años ellos jugaban índor en el barrio Las Malvinas. En la calle Manabí y callejón sin nombre hacían los arcos con dos piedras o cañas. Allí se divertían. En esa zona, César vivió su infancia y parte de su adolescencia.

“Él jugaba de lo que fuera: arquero, defensa o delantero. Le gustaba divertirse sanamente y compartir con la barriada. Era un buen amigo, respetuoso y le gustaba dar la mano”, rememoró Ortega en las afueras de la casa donde velaban a su ‘pana’.

Otros dos amigos del fiscal, Tito Acuña y Máximo Reyes, lo recordaron como el promotor de la ayuda social, siempre con la bandera de su amado Paján en el pecho.

“César salió de Paján, pero Paján nunca salió de él. Siempre que podía venía a visitar a sus familiares y amigos, era muy sociable. El último 30 de diciembre regaló canastas a mucha gente pobre”, contaron.

Marcos Barcia, otro amigo de Suárez, lo describió como una persona ‘acolitadora’. “Me decía: ‘Marquitos, déjese ver’. Iba a mi casa y compartíamos... Era súper buena gente”.

Entre recuerdos, César Suárez Pilay es velado en su domicilio de Paján y el sepelio está previsto para las 10:30 de este viernes 19 de enero de 2024. Previamente, el cuerpo será trasladado hasta la iglesia del cantón para la misa.

¿Quieres estar bien informado? ¡Suscríbete aquí!