Los sueños de Gunther Fernando Guerrero Gómez, de 29 años, estaban en el aire, pero terminaron hundidos en el mar. Él era el piloto del helicóptero que se accidentó a 200 millas de la Isla Isabela (Galápagos) el 20 de septiembre de 2023. En el siniestro también falleció el copiloto Julio César Zambrano Panta (42).

Desde unos 900 pies de altura, Gunther y su acompañante visualizaban las masas de peces o cardúmenes para enviar información a los tripulantes de un barco atunero de bandera panameña y direccionar una buena captura.

En medio de esa labor, la desgracia se presentó. Las circunstancias del accidente aéreo marítimo aún no están claras para la familia del piloto.

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En 2018, Guerrero regresó desde Panamá, luego de especializarse en pilotaje de helicópteros. Según contaron familiares, era un apasionado a los helicópteros y había soñado con pilotear uno. Por ello dejó su país para adquirir conocimientos.

“Ya tenía cinco años en esta labor. Era capitán de aviación con especialidad en helicópteros. Siempre contaba sus experiencias en el aire”, expresó un familiar que prefirió omitir su nombre.

Guerrero había unido su labor con la de su padre, quien era pescador, pero este falleció por COVID-19. El joven secó sus lágrimas y siguió trabajando. Su familia era su principal motivación, en especial Fernandito, su hijo de 2 años.

La última vez que lo vieron reunido con la familia fue el 26 de agosto pasado. “Él organizó la fiestita de Fernandito, estaba muy contento. Uno no imagina que esa sería la última fiesta y reunión familiar”, lamentó una allegada.

En la vivienda de los padres velan una fotografía de Gunther hasta que sus restos mortales sean llevados al puerto de Manta.

La familia del pescador Julio César Zambrano Panta (42 años) enfrenta una nueva desgracia. Hace 15 años, Fernando Zambrano, hermano de Julio, falleció tras desprenderse un arnés y caer al agua. Allí las hélices del motor lo destrozaron.

“Estamos muy dolidos por lo que ha sucedido. Toca esperar el cuerpo. Nuevamente otro familiar fallece de forma trágica en el mar”, lamentó Verónica Cobeña, cuñada de Julio y Fernando.

Julio César vivía en el barrio Jaime Chávez Gutiérrez, de la parroquia Los Esteros, y desde más de 20 años se dedicó a la pesca.

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