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Oyacachi espera a los aventureros con un hospedaje cerca del cielo

En este sitio de la provincia del Napo no se expenden ni se permite consumir bebidas alcohólicas. Hay cascadas y vertientes de aguas termales

casa en roca
Benjamín Quinatoa aseguró que el hospedaje en la roca está construido hasta para soportar algún sismo.Yadira Illescas

Si busca salir de la rutina e ir a un lugar donde no incluyan tragos ni tampoco se digan malas palabras, pero sí ofrezcan aventura y diversión, vaya a Oyacachi. Este sector de la provincia del Napo está considerado como uno de los Pueblos Mágicos Rurales del Mundo. El reconocimiento se lo dio en 2023 la Organización Mundial del Turismo (OMT).

Esta parroquia está habitada por menos de 600 pobladores  kichwas descendientes de los kayambis y trabajan en comunidad, por el bien común. Aquí no habita nadie extraño a las familias. Su territorio es inalienable, es decir no pueden vender ni comprar, lo heredan a través de las generaciones. Solo si se casa con algún colono le permiten quedarse.

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A este territorio que están dentro de la Reserva Cayambe-Coca, también se las conoce como la Tierra de Agua, por estar rodeada de cascadas, ríos y vertientes termales que fueron aprovechadas para la construcción de un complejo.

Germán Aigaje, presidente de la comunidad, recalcó que está prohibido vender y consumir alcohol, porque así contrarrestan la violencia y la delincuencia, y por cuanto el 80 % de la población es evangélica.

cascadas
Uno de los hermosos paisajes de esta localidad oriental.Yadira Illescas
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  • A 80 METROS DE ALTO

En esta parroquia puede practicar deportes extremos. Una de las ofertas es escalar alrededor de 30 metros por línea ferrata para llegar hasta la casa hospedaje construida a 80 metros de altura.

El mentalizador fue Benjamín Quinatoa, de 29 años. Él hizo realidad su proyecto en plena pandemia. Mientras el mundo estaba encerrado, Benjamín subía y bajaba la montaña con herramientas y materiales de construcción. Le tomó dos años y alrededor de 40 mil dólares hacerla.

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El hombre contó que realizaba rápel de montaña y en una de sus excursiones se enamoró de esa pared rocosa. Cada día la escalaba para consultarle qué debía hacer en ella.

Así decidió construir un glamping sobre la roca, cerca del cielo. Dentro hay cocina, habitación para una pareja, baño, jacuzzi y un balcón de cristal. Benjamín aseguró que tanto para escalar como para descender usan equipos de seguridad. Visitar este sitio le permitirá disfrutar de una panorámica privilegiada y sentirse cerca de las estrellas.

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