El río Pastaza sigue implacable su curso, mientras en la ciudad de Baños, en Tungurahua, no logran salir del asombro por lo sucedido con Josué Altervis, joven venezolano, y Jennifer Pilozo López, ecuatoriana, quienes siguen desaparecidos desde la madrugada del martes 20 de mayo de 2025, tras caer al afluente luego de que tuvieran una discusión en el puente San Francisco. La lluvia, incesante desde entonces, ha impedido una búsqueda profunda.

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Y a la par del rastreo, los investigadores tratan de establecer cómo ocurrieron los hechos. La pareja fue atendida por paramédicos horas antes de su desaparición. El informe indicar que, al parecer, presentaban signos de posible consumo de drogas.

Intentaron atenderlos antes del incidente

Los nombres de los desaparecidos constan en los registros de los paramédicos de la Unidad Alfa 17, quienes los atendieron alrededor de las 04:00 en las calles Amazonas y El Salado. Josué presuntamente tenía heridas en las manos, se habría mostrado agresivo y supuestamente se retiró el vendaje. “Estaban alterados, probablemente drogados. No se dejaban atender y huyeron”, contó uno de los paramédicos.

Cámaras de seguridad de locales aledaños habrían captado a la pareja discutiendo desde antes de llegar al puente San Francisco. En las imágenes se vería a Josué caminando nervioso y cayéndose, mientras Jennifer, al parecer, intentaba calmarlo y levantarlo.

Al llegar al puente, con las manos aún sangrando, Josué habría hecho un gesto extraño: supuestamente se agachó y dibujó con su sangre un corazón en el piso de la estructura, justo antes de sujetarse de la baranda.

Testimonio de un testigo presencial

Minutos después, ambos desaparecieron. La lluvia, poco a poco, borró el corazón y también el rastro de la pareja.

Jeremías Chumpi, trabajador de la terminal terrestre, fue testigo de la última escena. “Vi que él se aferraba a la baranda y ella lo sujetaba del brazo. Gritaban. Era como si ella intentara evitar lo inevitable”, contó. De inmediato, alertó al ECU-911. Cuando llegó la policía, ya no estaban.

Desde el puente hasta el río hay una distancia de 400 metros. Los socorristas ya buscaron en los alrededores y no hay rastro de la pareja.

Guissela Chisa, vendedora de dulces, recuerda el revuelo. “Ya estaban policías y bomberos a las 05:50, buscando en el río. A ellos los había visto antes vendiendo caramelos, pero no sabía de dónde eran”, dijo.

Otros comerciantes coinciden en que los jóvenes eran vistos con frecuencia, siempre juntos, siempre sonrientes.

Gladys Llumitasig, quien tiene un local frente al puente, lamentó la tragedia. “Hace 15 días una chica también se quiso lanzar. La salvamos. Esta vez no pudimos hacer nada. Pensamos que era la misma”, relató.

Desafíos en la búsqueda de la pareja

Eduardo Villavicencio, jefe del Cuerpo de Bomberos de Baños, explicó que el caudal del Pastaza ha crecido tres veces por las fuertes lluvias. “Hemos hecho rastreos por tierra, por las orillas hasta Río Verde. 

También monitoreamos la represa Agoyán, esperando que el nivel baje. Pero es muy difícil en estas condiciones”, explicó. Hasta el cierre de esta edición, ningún familiar de los desaparecidos acudió a aportar información.

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