En Esmeraldas, cada kilómetro recorrido es una victoria contra el miedo por las carreteras de esta provincia. Y en medio de ese ambiente de tensión, la violencia volvió a golpear. Un bus interprovincial fue atacado a balazos en la vía San Mateo - Viche. El atentado no dejó víctimas fatales, pero sí terror entre choferes, ayudantes y pasajeros.

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Los disparos fueron una advertencia: “Si no pagan, los matamos”. Así lo detalla un panfleto dejado por los atacantes en la cabina del bus. Se exige a la empresa pagar mil dólares por cada unidad de transporte, so pena de ejecutar a choferes y cobradores, en la vía, garajes o en sus casas. “No estamos jugando”, dice el texto en letras blancas, sobre fondo negro.

“Solo escuchamos las detonaciones y todos los pasajeros comenzaron a gritar, a tirarse al piso. Yo traté de controlar el volante para que el bus no se volcara. Fue horrible, pensé que nos mataban a todos”, relata el chofer de la unidad atacada. Él tiene más de 20 años en la empresa, pero admite que nunca antes había sentido tanto miedo de subirse a manejar. 

Su ayudante, de 23 años, recuerda que, al revisar el bus, ya a salvo, encontró el panfleto en la cabina del chofer. “Lo dejaron ahí... Decía que, si no pagamos mil dólares por unidad, comenzarán a matar gente. Que ya no hay trato, que no podemos acudir a la policía”, menciona el joven.

El ataque ocurrió al anochecer, cuando hacía su recorrido habitual hacia Quito. Los pasajeros, en su mayoría comerciantes y estudiantes, vivieron un momento de pánico. “No sabía si correr, llorar o rezar. Escuché los tiros y vi cómo la señora del asiento de atrás se desmayó del susto”, cuenta “una pasajera frecuente que ahora duda si volverá a tomar ese bus. “Uno ya no sabe si va a llegar o no a su destino", resaltó.

Desde hace meses, varias cooperativas interprovinciales que operan en Esmeraldas han denunciado extorsiones similares. Grupos criminales exigen pagos mensuales a cambio de “dejar trabajar en paz”. “Nos tienen acorralados. Si pagamos, nos empobrecemos. Si no pagamos, nos matan”, lamenta un directivo de la cooperativa .

Los ataques han llevado a algunas empresas a organizar caravanas de buses, con el fin de disuadir a los delincuentes y proteger a sus pasajeros. La estrategia, sin embargo, no es infalible.

Desde la Policía se ha informado que están realizando investigaciones y que se han intensificado los patrullajes en las rutas más afectadas. Sin embargo, los transportistas insisten en que las medidas son insuficientes.

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