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Terror en San Juan: El macabro final de una pareja de esposos
Ambos fueron baleados y quedaron uno al lado del otro, en un maizal. A él lo decapitaron
Un predio agrícola en el recinto Tierra Colorada, parroquia San Juan, del cantón Puebloviejo, en la provincia de Los Ríos, se convirtió en el escenario de un hallazgo desgarrador que conmovió a los habitantes de esta zona rural.
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Cerca de las 20:00 del miércoles 9 de julio de 2025, José Antonio Olvera Tacuri, preocupado por la ausencia de su hija y yerno, decidió ir a buscarlos junto a otros familiares.
Jenny María Olvera Nivela, de 32 años, y su conviviente, Próspero Ubaldo Vera Meza, de 39, habían partido temprano hacia sus cultivos. José los había visto alrededor de las cuatro de la tarde, mientras regresaba a casa. Ella cargaba costales de urea. Él, en cambio, acomodaba la bomba de riego.
Yomira Olvera, hermana de Jenny, relató entre sollozos que la pareja usualmente regresaba a casa a las seis de la tarde. Sin embargo, el anochecer se acercaba y los esposos no llegaban. La oscuridad avanzaba sobre los sembríos y el silencio del campo inquietaba aún más a sus seres queridos, acostumbrados a oírlos llegar en su motocicleta.
El macabro hallazgo de la pareja
Ante su prolongada ausencia, los parientes se prepararon para la búsqueda y, con linternas en mano, caminaron por la vía de tercer orden que atraviesa la hacienda. El primer indicio fue la moto de la pareja, abandonada a un costado del camino.
Unos metros más adelante, al iluminar una zanja que bordea la vía, se encontraron con una escena desgarradora. Cerca a los maizales que cultivaban, Jenny yacía boca abajo en una cuneta. Casi encima de ella estaba Próspero, también sin signos vitales. Él había sido decapitado, y su cabeza fue colocada a un lado del cuerpo. Ambas víctimas presentaban impactos de bala en la región nasal.
Según los familiares, ninguno de los dos tenía antecedentes penales ni problemas conocidos. “Mi hermana y mi cuñado eran personas trabajadoras, dedicadas al campo”, expresó Yomira, quien aún no logra comprender la brutalidad del ataque.
Entre gritos, llanto y desesperación, los familiares alertaron del hecho al ECU-911. Agentes de la Dirección Nacional de Muertes Violentas (Dinased) y de Criminalística de Ventanas realizaron la inspección y encontraron dos vainas calibre 9 milímetros.
El crimen ha conmocionado a amigos y vecinos de la pareja, quienes los describen como personas humildes y trabajadoras. Los deudos, sumidos en el dolor, imploran por justicia.
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