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Tungurahua: el crimen le apunta a robar combustible del poliducto
Por lo menos 40.000 litros de combustible cada dos semanas se estarían perdiendo. Los Lobos serían quienes lideran este nuevo ‘negocio’
Un nuevo modus operandi mantiene en alerta a las autoridades de Tungurahua: cada dos semanas se pierden hasta 40 mil litros entre gasolina y diésel a lo largo del poliducto que atraviesa Ambato y se extiende hasta Riobamba, según el coronel Víctor Fabara, vocero de las Fuerzas Armadas.
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Los principales sospechosos, dice el oficial, ya tienen nombre: Los Lobos. La banda estaría dejando de lado las extorsiones porque en Ambato y otras zonas de Tungurahua varias víctimas los han denunciado. Además, en comunidades indígenas han sido sometidos a la justicia ancestral.
Por lo que ahora se estarían dedicando al ‘pinchazo’ del poliducto, una operación clandestina que les permite sustraer grandes cantidades de combustible en cuestión de minutos, acorde a las declaraciones del vocero.
Contratan técnicos
El coronel explicó que “el grupo ha contratado técnicos especializados, quienes perforan tuberías de alta presión sin provocar explosiones ni fugas”. “Esto ya es parte del mapa del crimen organizado. Ahora se abastecen con la venta ilegal de combustibles. Utilizan equipos técnicos y bombas que funcionan sin electricidad. Bajan la bomba y, en minutos, ya están llenando tanqueros”, detalló.
En apenas diez minutos, los delincuentes pueden extraer hasta 10 mil galones de combustible. Estos ‘pinchazos’ suelen ejecutarse de noche, en zonas rurales, y en puntos previamente estudiados por el grupo delictivo.
Aunque el robo de combustibles es más común en la Costa, en la Sierra Centro ha tomado fuerza en los últimos meses. Solo entre Ambato y Riobamba se han detectado pérdidas de al menos 40 mil galones en dos semanas, según informes militares.
Las Fuerzas Armadas han intensificado los patrullajes diurnos y nocturnos en el corredor del poliducto, con apoyo de equipos de inteligencia. Sin embargo, los delincuentes se adaptan rápidamente: cambian rutas, usan vehículos sin placas y se esconden en sectores boscosos o alejados para evadir los controles.
“El combustible robado se revende a redes informales, o incluso es transportado hasta otros puntos del país. Esto no solo afecta al Estado, sino que pone en riesgo a comunidades enteras. Una fuga, una chispa, y puede ocurrir una tragedia”, advirtió Fabara.
Zonas críticas y primeras condenas
Según el oficial, ya han sido identificados varios puntos críticos en Tungurahua donde los GDO operan con mayor frecuencia. Estos se encuentran en las parroquias de Huachi Grande, el sector del Mercado Mayorista, Mocha, Montalvo y Cunchibamba.
Pese a los operativos, hace diez meses se logró la captura de dos sospechosos en el sector de Cunchibamba. En febrero de 2025, ambos fueron sentenciados a diez años de prisión, luego de ser encontrados con 17 cisternas, de las cuales 16 estaban repletas de combustible.
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