El asesinato de Pablo Viteri, ocurrido durante un asalto en un bus de la avenida Simón Bolívar, sigue estremeciendo a Quito. El hombre, de 39 años, perdió la vida tras intentar defenderse de un grupo de delincuentes que subió armado a la unidad de transporte público la noche del 30 de agosto. 

La violencia con la que actuaron los asaltantes, frente a decenas de pasajeros, dejó a la ciudad marcada por el miedo y la indignación. En las últimas horas, la Policía Nacional confirmó la captura de uno de los presuntos implicados en este crimen que desató un clamor ciudadano por justicia. 

El joven sospechoso

Se trata de Jofre Molina, de 19 años, conocido como “Niño Steven”, quien fue detenido en el sector Lucha de los Pobres, al sur de la capital. El joven, sin antecedentes judiciales, habría sido reconocido por testigos como parte de la banda que atacó a los pasajeros del bus.

La noche del asalto, Pablo Viteri viajaba junto a su padre, Galo Viteri. Ambos habían tomado un bus para regresar a su casa en el barrio Oriente Quiteño. Todo parecía un trayecto más, hasta que cerca de la Loma de Puengasí cinco sujetos abordaron la unidad y comenzaron a despojar a los pasajeros de sus pertenencias. 

Pablo intentó resistirse, forcejeó con uno de los criminales y fue apuñalado en los brazos en reiteradas ocasiones. El esfuerzo por salvar lo poco que tenían le costó la vida.

El padre de la víctima, aún conmovido, relató a la Policía cómo intentó defenderse de otro delincuente que lo encañonaba, mientras veía a su hijo herido y desangrándose. El conductor del bus, en un acto desesperado, los trasladó hasta el Hospital Padre Carolo. Allí, pese a los intentos médicos, Pablo Javier falleció en la madrugada del 31 de agosto.

¿De qué banda criminal es el sospechoso?

La investigación policial permitió establecer que detrás del crimen estaría la estructura delictiva conocida como “Los Tijeras”, dedicada al robo en buses que circulan por la Simón Bolívar. Junto a “Niño Steven”, otros dos sospechosos fueron identificados y permanecen prófugos.

El arresto de Molina representa un primer paso en la búsqueda de justicia para la familia Viteri, pero también en la lucha contra una modalidad delictiva que tiene en zozobra a miles de quiteños. 

El sospechoso fue llevado a la Unidad de Flagrancia para iniciar el proceso judicial en su contra y la Policía Nacional, continúa haciendo allanamientos en varias propiedades del sur de Quito para ubicar al resto de integrantes de esta estructura criminal. 

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