Un ciudadano fue sentenciado a veintiséis años de cárcel como autor director del asesinato de su madre, una adulta mayor de 65 años de edad, el cual ocurrió la noche del pasado la noche del 17 de diciembre de 2024, en el sector de la Roldós, al noroccidente de Quito.

(Lea también: Incendio quemó centro de rehabilitación al sur de Guayaquil ¿Fortuito o provocado?)

En la audiencia de juzgamiento, el fiscal a cargo del caso logró probar, a través de pericias psiquiátricas y psicológicas, que el imputado actuó estando en sus cabales y que no tenía problemas mentales, lo cual aseguraba su defensa, con el objetivo de que se lo declarara inimputable.

Otras evidencias presentadas para demostrar la culpabilidad del condenado fueron: el testimonio del médico legista, las pericias genéticas, el informe de la inspección ocular técnica del lugar de los hechos y informe de examen forense.

¿Cómo ocurrió el asesinato de la adulta mayor?

Durante el juicio se recapitularon lo sucedido: El día del asesinato, un amigo del sentenciado llegó hasta su domicilio y lo halló tendido en el piso de la cocina ensangrentado, aparentemente drogado, con heridas en el pecho y cuello. Cuando preguntó qué había ocurrido, el sentenciado le dijo que había intentado suicidarse, por lo que llamó al ECU-911.

(También le puede interesar | Guayaquil: Hombre baleado en la Juan Montalvo tenía dos capturas este año ¿Por qué estaba libre?)

Minutos más tarde llegó una hermana de la víctima y encontró la habitación de su madre cerrada con candado; tras tocar insistentemente y no recibir respuesta, procedieron a forzar la cerradura y encontró a su progenitora sin vida, con múltiples heridas de arma blanca.

Posteriormente, la autopsia determinó que esta había recibido sesenta y cinco puñaladas, y que la causa de la muerte fue una hemorragia aguda interna, ocasionada por los profundos cortes propinados con un cuchillo.

Otro hijo de la fallecida también se hizo presente y contó a la Policía que ese mismo día, en horas de la mañana, su madre y hermano habían tenido una fuerte discusión. Mientras lo atendían de sus heridas, el asesino confesó a los paramédicos “yo fui, lo hice para estar juntos en el cielo”.

El articulo 140, numeral 1, del Código Orgánico Integral Penal (COIP) especifica que una de las causales para incurrir en el delito de asesinato se da cuando “a sabiendas, la persona infractora ha dado muerte a su ascendiente, descendiente, cónyuge, conviviente, hermana o hermano”. Este crimen se castiga con prisión entre veintidós y veintiséis años.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!