Quito despide a Rodrigo Borja con velorio público y sepelio privado, sin misa
Quito rindió homenaje al expresidente Rodrigo Borja con un velorio público en el Palacio de Cristal. El Municipio declaró luto institucional

Velorio del expresidente Rodrigo Borja, en Quito.
El Palacio de Cristal acogió este viernes y sábado el velorio público del expresidente Rodrigo Borja. Desde la mañana de este 20 de diciembre, ciudadanos y autoridades acudieron al lugar para despedir a una de las figuras centrales del retorno a la democracia en el Ecuador. Como señal de respeto, el Municipio de Quito activó un contingente institucional y declaró luto institucional, con banderas a media asta en todas sus dependencias.
El alcalde Pabel Muñoz asistió al acto y confirmó que la ciudad acompañó el homenaje como un gesto de solidaridad con la familia del exmandatario.
“Hemos puesto todo el contingente municipal para rendirle homenaje y para ser solidarios con su familia”, señaló.
Un expresidente de “gratísima recordación”
Muñoz destacó que Rodrigo Borja es recordado no solo por su paso por la Presidencia, sino por su aporte a la vida política del país tras el retorno a la democracia en 1979. “Es uno de los personajes a los que, seguramente, le debemos el regreso a la democracia en el Ecuador”, afirmó.
El alcalde evocó además los debates políticos de las décadas de los años 80 y 90, una etapa que —dijo— se caracterizaba por la confrontación de ideas y no de personas. “Esa confrontación permitía discernir cuáles argumentos expresaban mejor la realidad social. Rodrigo Borja siempre dejó eso”, sostuvo.

Varias personalidades políticas llegaron al velorio.
Recordó que el expresidente ya recibió en vida el Gran Collar Rumiñahui, la máxima distinción que otorga Quito, razón por la cual no se planificó un nuevo homenaje durante las fiestas del 6 de diciembre. No obstante, dejó abierta la posibilidad de realizar un acto adicional en coordinación con la familia.
Luto institucional y acompañamiento municipal
El Municipio declaró luto institucional, por lo que las banderas del Palacio Municipal y de las distintas dependencias se mantuvieron a media asta durante la jornada. Muñoz indicó que, más allá de los actos formales, la intención fue acompañar el proceso de despedida y facilitar la realización de la velación en un espacio público.
“Institucionalmente hemos permitido que se desarrolle aquí el proceso de velación”, explicó.
La despedida ciudadana
Entre los asistentes estuvo Ximena Logacho, vecina del barrio La Tola, quien recordó al expresidente desde la experiencia ciudadana. “Fue una persona íntegra. Eso tiene mucho valor hoy y siempre”, expresó.
Logacho contó que, junto a sus padres, participó en varios eventos durante la época de Borja y que lo vio cuando visitó su barrio, donde —según recordó— era ampliamente acogido. “Yo lo considero un buen presidente. Hoy la política ya no es como antes”, señaló.
Sin misa y con cierre familiar
El alcalde confirmó que la velación pública se desarrolla hasta las 14:00 y que no se realizará una misa, en respeto a la postura agnóstica del expresidente. Tras el acto abierto al público, la despedida continuará en un espacio íntimo y reservado para la familia.