El barrio Solanda, un barrio popular ubicado en el sur de Quito, volvió a ser noticia por el sonido de disparos. Y no es la primera vez esta semana. A menos de 48 horas del atentado contra un sujeto al que lo mataron y un policía en servicio pasivo que quedó herido, otro ataque armado estremeció al sector. 

Violencia en Solanda

Este sector ha acumulado en este 2025, al menos, 16 episodios de violencia que tienen inquietos a sus moradores. Esta ola de muertes inició con el crimen de un comerciante al que lo apodaban el Pica, hecho suscitado el 13 de diciembre del 2024. 

Pero para no ir tan lejos, la tarde del martes 9 de diciembre del presente año, a las 17:30, el ECU-911 recibió una alerta por detonaciones en las calles Carlos Arboleda y Lorenzo Flores. Cuando los equipos investigativos llegaron, encontraron una escena “mixta”: en plena vía se hallaban cuatro vainas percutidas calibre 9 mm, pero no había rastro del objetivo del ataque.

De acuerdo con las versiones recogidas por la Policía, dos sujetos no identificados habrían disparado varias veces contra un ciudadano que se movilizaba en motocicleta. El hombre, quien no ha sido identificado, huyó en precipitada carrera tras los tiros y no volvió a aparecer por el sitio.

En el punto no había cámaras de videovigilancia que permitan reconstruir la huida o identificar a los agresores, lo que complica la investigación. Criminalística realizó la inspección técnica y levantó los cuatro indicios balísticos, todos con grabado “9 mm Luger Norma”.

Un sector marcado por los crímenes

Este ataque ocurre dos días después de otro hecho violento en la misma zona: el crimen de Edwin Pila, de 47 años, ocurrido el domingo 7 de diciembre en las calles José María Alemán y Juan Barreto, también en Solanda. 

Ese día, dos sujetos en motocicleta negra se acercaron y dispararon a quemarropa contra Pila y Luis Almachi, de 54 años, quien resultó herido en ambas piernas. Almachi, según el parte, sería servidor policial en servicio pasivo.

Antes de huir, los criminales les robaron dos cadenas de oro y un dije, según contó un testigo del sector. Hasta ahora, no hay detenidos por ese caso.

Solanda se ha convertido en un punto recurrente de reportes por ataques armados y robos violentos. Moradores señalaron a la Policía que en este último año han visto cómo las balaceras, asaltos y persecuciones se volvieron casi parte de la rutina, especialmente en zonas con poca iluminación y sin cámaras de seguridad.

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