El CEO de OpenAI, Sam Altman, señaló recientemente que la inteligencia artificial impactará primero en los trabajos vinculados al soporte, tanto telefónico como informático. Durante una entrevista con Tucker Carlson, El CEO de OpenAI aseguró que la IA supera a los humanos en estas labores, lo que podría generar un “desplazamiento masivo” en el mercado laboral.

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Altman explicó que esta automatización no se limita a la pérdida de empleos, sino que representa una oportunidad para que las personas aumenten su productividad y creatividad. Según su perspectiva, la IA permitirá a millones de personas generar más resultados, explorar nuevas ciencias y ser más eficientes en sus labores diarias.

Transformación en áreas técnicas y de programación

Altman citó el ejemplo de los programadores, quienes gracias a la IA pueden generar “mucho más código” y aumentar su productividad. Esto ilustra cómo la tecnología no solo reemplaza tareas repetitivas, sino que también potencia el trabajo humano en sectores técnicos.

Altman aclaró que, aunque la automatización avanza rápido, la rotación de empleos a largo plazo no sufrirá cambios drásticos. Habló de un “equilibrio puntuado”, indicando que la tasa de reemplazo podría mantenerse cercana a niveles históricos. 

Empleos resistentes a la automatización

Los trabajos que requieren una conexión humana profunda, como los del sector médico, muestran una mayor resistencia frente a la IA. Altman subrayó la capacidad de adaptación de la sociedad ante transformaciones, citando como ejemplo la respuesta global durante la pandemia de COVID-19.

Según el CEO de OpenAI, la IA no sustituirá por completo los trabajos con componente emocional, creativo o médico, pero sí modificará la manera en que se realizan, incrementando la productividad y apoyando la toma de decisiones.

Implicaciones éticas y privacidad

Altman reconoció que los desafíos éticos de la IA son significativos, generándole noches de insomnio debido al impacto de las decisiones de su equipo en cientos de millones de usuarios. Su objetivo es que la IA refleje la “visión moral colectiva de la humanidad” y no solo su propia perspectiva.

En términos de privacidad, propuso un “privilegio de IA” para proteger conversaciones sensibles, similar a la confidencialidad médico-paciente. Considera que este resguardo será esencial en un futuro donde la interacción con sistemas de inteligencia artificial sea habitual.

Estas reflexiones muestran que, aunque los primeros trabajos en desaparecer serán los de soporte, la adopción de la IA requerirá medidas éticas, de privacidad y de seguridad que acompañen la transformación del mercado laboral.

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