Hoy se cumplen 123 años desde aquella fecha tan importante para el destino de la modernidad política y social del país, que fue el triunfo en Guayaquil (luego en todo el Ecuador) de la Revolución Liberal comandada por el general Eloy Alfaro, a quien en nuestra historia se lo reconoce también con el calificativo de “El Viejo Luchador”.

En épocas pasadas el 5 de Junio se lo celebraba como una fiesta cívica, con actos especiales en los que no solo participaban los estudiantes de escuelas, colegios y universidades de todo el país, sino también la sociedad toda que había hecho conciencia de que a partir de esta fecha histórica se introdujeron en el país importantes conquistas, entre las cuales vale anotar, sobre todo, el laicismo y los derechos que comenzaron a otorgársele a las mujeres que habían sido prácticamente marginadas de la participación en la vida publica nacional.

Posiblemente por la virtual desaparición de los clásicos partidos, el Liberal y el Conservador, que determinaban las tendencias políticas en boga a partir del siglo 19, la fecha que hoy se recuerda haya pasado de cierta forma al olvido y apenas hay esporádicos actos que no tienen la relevancia y el significado que sí habían en el pasado.