El dolor es indescriptible. Los familiares de un menor de edad que estudiaba en una unidad educativa en la parroquia El Guayacán, al sur de Quevedo, esperan por resignarse ante la irreparable pérdida.

Allegados al Infante mencionaron que el pasado lunes 31 de julio, el niño llegó con dolores en su rodilla a causa de los golpes que le propinó otro niño.

Lo llevaron al hospital y pensaron que no se trataría de mayores novedades; sin embargo, todo cambió luego de que el mismo golpe se inflamara, por lo que tuvo complicaciones con su estado de salud.

La noche del viernes 4 de agosto, luego de haber sido llevado al hospital, se comprobó su fallecimiento dejando un dolor muy grande en sus padres.

Sus familiares esperan que se realice una investigación, sobre todo porque aducen el comportamiento de la maestra a cargo la práctica de bullying permanente contra el mejor fallecido

Sus restos mortales reciben cristiana velación en la vía a El Empalme junto a un supermercado de la zona. 

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