La incesante búsqueda que se realizaba para encontrar a Hernán Mendoza, de 30 años, terminó de la peor manera. La mañana de este 28 de febrero, las unidades investigativas hicieron público el hallazgo del cadáver de este ingeniero en Telecomunicaciones.

Las malas noticias comenzaron desde la tarde del 27 de febrero, cuando la Fiscalía General del Estado (FGE) anunció que se encontró una prueba: unos restos óseos fueron localizados en un punto conocido como Manduriacu, en los límites de Pichincha e Imbabura.

Para corroborar que se trataba de Mendoza, el Ministerio Público detalló que se harían pruebas de ADN para confirmar o descartar la identidad. Pero un día después se comprobó que se trataba del ingeniero desaparecido, quien estaba sin vida a orillas del río Guayllabamba.

Pruebas dactilares

Mientras se esperaban los resultados, la Policía dio la noticia que tanto temían los parientes. El cuerpo encontrado era de Mendoza, quien fue visto por última vez el pasado 26 de enero, en el sector La Pradera, norte de Quito.

A través de pruebas dactilares, los forenses identificaron los restos. Al tiempo, una prima del fallecido también confirmaba a EXTRA que se trataba de su pariente.

Por ahora, las investigaciones continúan para descubrir cómo se produjo la muerte. Hasta el momento, hay una persona detenida por este hecho.

Cambio de delito

Una vez que se encontró el cuerpo de Mendoza, la FGE detalló que se solicitará fecha y hora para llevar a cabo la audiencia de reformulación de cargos en contra del taxista aprehendido.

Según el Ministerio Público, el tipo penal por el que se lo procesó fue por desaparición involuntaria. Ahora se indagará por desaparición con resultado de muerte.

La fecha de la desaparición, Mendoza y otro amigo abordaron un taxi, en el que fueron llevados por tipos que les habrían ofrecido cervezas. Desde entonces no se supo nada más de la víctima.

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