El miércoles 14 de febrero del 2024, allegados de Hernán Mendoza, hombre de 30 años desaparecido en Quito, se manifestaron en la Plaza Grande para solicitar a las autoridades respuestas en su búsqueda.

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Han pasado 20 días desde que se perdió el rastro de Mendoza y las investigaciones ya arrojaron un primer resultado. En efecto, se capturó a un taxista que estaría involucrado en el hecho y que dejó en evidencia la forma en la que delinque una organización criminal dedicada al hurto de personas a través del uso de la escopolamina.

De acuerdo a lo manifestado por el taxista, el 26 de enero, Hernán y un amigo subieron a su taxi. Ambos fueron drogados con escopolamina y luego conducidos a cajeros automáticos para sustraer dinero. Sin embargo, no lograron su objetivo y, finalmente, los abandonaron en el puente de Guápulo.

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El conductor explicó que por movilizar a la banda le entregaban 50 dólares por 'golpe'. Además, que los delincuentes atacaban a sus víctimas los fines de semana, entre viernes y sábado. Las investigaciones arrojan que la banda operaba a través de dos hombres que eran los encargados de abordar a jóvenes, tras ganarse su confianza hacían que ellos beban licor contaminado con escopolamina.

Después de ejecutar el robo sus víctimas eran arrojados en distintos puntos de la ciudad como el parque La Carolina, el Centro Histórico o el sur de Quito.

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