Mateo Francisco Cortez Aguilar, un joven de 24 años originario de la ciudad de Quito, emprendió un viaje hacia Estados Unidos hace poco más de dos años, motivado por el anhelo de alcanzar el llamado "sueño americano" y brindar una vida mejor a su hija de 8 años.

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Sin embargo, su búsqueda de oportunidades se vio ensombrecida por un trágico incidente. Mientras se encontraba en un restaurante bar en Queens junto a su novia, Mateo solicitó usar el baño justo cuando el local estaba por cerrar. En lugar de recibir una respuesta cortés, fue recibido con gritos histéricos y agresión por parte de una empleada del establecimiento.

La señora Wendy Aguilar, madre de Mateo, relata los detalles del suceso a EXTRA. Según su testimonio, la situación escaló cuando la trabajadora llamó a un compañero, quien atacó a Mateo con una botella en la cabeza.

Aunque aparentemente no hubo sangrado en el momento, las consecuencias fueron devastadoras. Cerca de las 5:00 AM del día siguiente, Mateo comenzó a experimentar vómitos y sufrió un derrame cerebral.

Trasladado de inmediato al hospital, Mateo fue sometido a una delicada intervención quirúrgica y puesto en coma inducido, la cual duró seis horas. Sin embargo, su lucha apenas comenzaba, ya que la medicación fue suspendida debido a complicaciones que afectaban otros órganos, según indicaciones del equipo médico tratante.

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"Cuando nos reunimos con los médicos, nos enfatizaron que lo primordial era la vida de Mateo", comparte la señora Aguilar con pesar. "Él tenía grandes aspiraciones aquí, pero lamentablemente tuvo que enfrentar esta situación. En nuestro país, las dificultades para encontrar trabajo son abrumadoras".

Actualmente, la condición de Mateo es estable y su familia aguarda con esperanza el momento en que despierte. "El proceso de recuperación será largo y requerirá muchos meses", agrega Wendy con determinación.

El desempleo en Ecuador es un desafío social arraigado que ha persistido a lo largo de los años, agravado por el aumento de la delincuencia y las extorsiones perpetradas por grupos terroristas que amenazan la estabilidad del país. Ante estas adversidades, muchos ecuatorianos se ven obligados a emigrar en busca de mejores oportunidades y una vida más digna.

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