En un gimnasio de la ciudad de Loja se puede ver a doña Florinda Gutiérrez, de nacionalidad española, entrenar como cualquier persona a pesar de que ella tiene ochenta años. Su edad no es ningún impedimento para realizar actividad física todas las noches. Ella llega acompañada por su hijo o su esposo, el escritor Lojano Carlos Carrión.

Florinda todas las noches llega puntual al gimnasio. No hay días que ella falta. Es muy querida por las personas que hacen bailoterapia. Siempre está con su abrigo y su gorrita y bien colocada la mascarilla.

Juan Carlos Carrión, hijo de la adulta mayor, dijo que su madre le diagnosticaron alzhéimer. El médico tratante le recomendó que la lleven a realizar bailoterapia porque eso le ayudaría que estuviera activa. “Todas las noches yo la acompañada a mi madre y recomiendo a las personas que no descuiden a sus padres o abuelos que los hagan sentir activos”, mencionó su hijo.

Florinda comentó que esta actividad física la hace sentir viva y no estar recogida en una cama, que ella la música la hace sentir relajada.    

Armando Torres, propietario del gimnasio, relató que ellos siempre están pendiente de algunos ancianos de la  tercera edad que llegan hacer ejercicios, que los atiende personalmente, hace que haga actividades suaves como bailoterapia, ejercicios de articulaciones. Él no les recomienda nada de levantamiento de pesas.

Algunas de las personas jóvenes que realizan bailo terapia, se sorprenden que Florinda se mueve al son de la música y su rutina es de una hora, mientras que ellos ya no avanzan hacer la rutina del instructor.