“Las cifras del actual Gobierno son tan rojas, en todos los aspectos, que las relacionadas con la violencia criminal son solo una raya más al tigre”, sostiene Daniel Pontón, de la Facultad de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN).

Este especialista considera que existe un cúmulo de errores, porque “creían que estaban haciendo bien las cosas, pero no hicieron caso a la realidad, a la problemática de la criminalidad, no solo en Ecuador, sino en toda la región”.

Pontón explica que no hay una ‘receta’ para el problema, pero sí hay lugares por dónde empezar a atacar, como las cárceles, desde donde se gestiona “gran cantidad de sicariatos”.

Para Efrén Guerrero, de la Facultad de Jurisprudencia de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), nuestro país “nunca ha sido una isla de paz”.

“Ese es un mito que nos creamos nosotros, para cerrar los ojos frente a la violencia organizada dentro de un país dolarizado con pocos controles, mucha defraudación tributaria, con niveles altos de impunidad, con policías poco organizadas y poco capacitadas”, argumenta.

Para el experto, es necesario reforzar los sistemas de Inteligencia, para la lucha contra el crimen organizado y no como una “herramienta de uso político”, como -según explica- se hizo durante el correísmo.

“El tema es la persecución del crimen organizado. Ese es el tema más complejo”, añade. También enfatiza que estos grupos tienen vínculos con asociaciones delictivas internacionales, que los contratan para que cumplan sus requerimientos en el país, sobre todo en hechos relacionados con el tráfico de drogas.