A María Zambrano López no le alcanzó el dinero para viajar a la playa y de esta manera disfrutar con sus familiares del carnaval, pero a falta de un paseo, ella decidió gozar el feriado bailando, bebiendo, ‘jameando’ y hasta con un ‘chapuzón’ en una piscina armable que colocó afuera de su casa, en el bloque 9 de Bastión Popular, al norte de Guayaquil.

"No tenemos dinero para irnos a la playa, pero si para divertirnos en Guayaquil. Estamos gozando toda la noche", dijo con entusiasmo la mujer.

La mañana de este domingo, varios sectores de esta zona porteña estaban repletas de albercas inflables y armables, muchas de ellas colocadas en la vía, pese a que el Municipio de Guayaquil estableció reglas para el funcionamiento de las piscinas durante el feriado de carnaval como la prohibición de colocarlas en las calles para evitar la obstrucción del tránsito vehicular.

De igual manera, está prohibida la sustracción o alteración de tuberías de la concesionaria Interagua para llenar las piscinas. Estas deben llenarse con agua de la propia guía domiciliaria.

También está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública y la colocación de altoparlantes.

Sin embargo, ‘piscinazos’ y festejos como los de María también se repitieron en varios sectores del Puerto Principal, como el suburbio, Guasmo y Trinitaria. (AEB)