Una bóveda del cementerio de Quevedo, en la provincia de Los Ríos, fue el sitio que Amparo Polo Espinoza escogió para meterse y tener su descanso eterno. La mujer, de 37 años, fue encontrada la noche del martes 25 de mayo por el panteonero del camposanto.

La policía llegó al lugar y en primera instancia verificó que no tenía signos de agresión, por lo que el cuerpo fue llevado hasta la morgue del cantón de la provincia de Los Ríos para conocer la causa de su deceso.

Amparo Yuliana Polo explicó que su mamá, desde hace años, tenía problemas de adicción a las drogas y que a pesar de haber estado en varias clínicas de rehabilitación, nunca pudo salir de este problema que la mantenía deambulando por las calles.

“Desde que yo nací mi madre tenía problemas con las drogas, tengo como unos seis hermanos ya que ella siempre quedaba embarazada, pero no los conozco porque le tocaba darlos en adopción”, refirió.

La joven, de 20 años, acotó que no siente rencor por su madre a pesar de que también la dio en adopción desde muy pequeña. Más bien se siente agradecida por haberle dado la vida.

Personas que conocían a Amparo aseguraron que hacían lo posible para que se rehabilitara, pero muchos se resignaron a no lograrlo debido a que nunca pudieron hacer que deje las drogas. Presumen que la mujer acudió al cementerio para drogarse, pero la muerte la sorprendió mientras dormía.

Mientras tanto, la hija de la occisa esperaba que personas caritativas la ayuden económicamente para poderla sepultar. (DV)