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La columna de la ex: El jugador piojoso

Las verdades que salen a la luz de los futbolistas ecuatorianos

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Ella contará todo los secretos en el amor y el fútbol.Extra

Mi ahora esposo estaba en un equipo amarillo, y un día llegó a casa y cuando estábamos en la sala conversando lo abracé, siempre me encantaba rascarle la cabeza, eso a él le gustaba. La verdad era el momento romántico de todos los días, eran las 13:30, tenía media hora que había llegado del entrenamiento, en aquellos tiempos los jugadores entrenaban dos veces al día.

Todo iba bien, hasta cuando le salió un piojo, sí, un piojo, y me asombré, mi instinto de celos fue primero que él andaba con una chica que era piojosa, qué más podía pensar.

Él dejo que me desatara, le dije de todo. Una hora después, cuando ya no tenía nada que decirle, me calmé y traté de escuchar, y lo que me contó fue de locura.

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Me confesó que Luis, el jugador nuevo que había llegado al equipo, era el culpable de que muchos jugadores tengan piojo, debido que en voz baja, el chico nuevo no tenía peinilla, y en una semana había prestado ese accesorio a sus compañeros.

En realidad no le creía, mis celos me llevaron a hacer una locura, un día me fui a esperarlo fuera donde entrenaba, era una especie de túnel con piedras a los lados. Cuando salieron dos compañeros, ellos me conocían y les dije de una “cierto que su nuevo compañero tiene piojos”, ellos en vez de reírse, me dijeron que era verdad, pero que esté tranquila que ya le habían cortado el pelo y que los piojos se habían ido de ese cuerpo, pero se habían quedado en la cabeza de algunos.

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A ellos le creí, pero los celos eran grandes, que lo esperé a que salga, el chico ya no tenía pelo, pero le dejé recomendando varias cosas para los piojos.

Al final le pedí disculpas a mi amorcito, que casi no me perdona, por dudar de los piojos, pensé que era de una mujer, pero fueron de su compañero.