Aún faltan 3.304 espacios en las prisiones del Ecuador para mejorar la situación de los internos. Es decir, el hacinamiento en las cárceles es del 11,7 % y en el centro de Santo Domingo de los Tsáchilas, en el que se produjo la masacre de esta semana, es del 79,10 %, según los datos del Servicio de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI).

Pablo Ramírez, director del SNAI, reveló que desde diciembre de 2021 se ha registrado un decrecimiento de hasta el 3,5 % de privados de la libertad. Según él, para reducir la sobrepoblación carcelaria se han emprendido distintas medidas, entre las que destaca el Decreto Ejecutivo 355 firmado en febrero y en el que se indulta a los sentenciados por cuatro tipos penales: robo, hurto, estafa y abuso de confianza. 

“El primer requisito para acceder a este beneficio es que los presos hayan cumplido el 40 % de la pena, en el caso de los procesados con el Código Penal anterior y el 60 % en el caso del Código Orgánico Integral Penal (COIP)”, explicó.

El segundo indulto, el cual se encuentra en análisis, podría liberar a unos 2.000 reclusos detenidos con una cantidad mínima de droga.

El tercer plan es el proyecto Renacer. Ahí constan cerca de 4.000 reclusos, que ya cumplieron con el 40 % y 60 % de la pena. “Vamos a incorporar técnicos para analizar carpetas de los reos que han cumplido la mayor parte de su condena”.

El cuarto proyecto es la adquisición de dispositivos electrónicos para reos con discapacidad, de la tercera edad y con enfermedades catastróficas. “Desde el 1 de junio iniciaremos con el proyecto. Empezaremos en las cárceles con más sobrepoblación. La meta es al final del año tener cero hacinamientos. No estamos sacando personas, estamos agilitando los trámites”, sostuvo.