Cada mañana,  un tanquero salía del Cuartel de Bomberos de Ambato con destino a Quito. Eran más de 120 kilómetros de camino y cientos de galones de solidaridad. Durante diez días seguidos,  desde el 15 de julio hasta el viernes 25, los bomberos ambateños llevaron algo más que agua: llevaron alivio a decenas de familias.

Apenas supieron del colapso en el sistema hídrico del sur de Quito, gestionaron la ayuda. Con turnos programados, los bomberos de la capital de Tungurahua, cargaban  2.500 galones diarios y partían rumbo a barrios como Guamaní, Solanda o La Ecuatoriana, donde las familias esperaban con desesperación.

La solidaridad no conoció de distancias

“No importaba la distancia. Sabíamos que Quito nos necesitaba y nuestra misión es servir”, expresó el coronel Byron Murillo, jefe del Cuerpo de Bomberos de Ambato. Con esa dotación diaria, al menos 500 personas por jornada recibían agua para cocinar, asearse o simplemente beber-recalcó Murillo.

En los barrios afectados la gente salía con baldes, ollas y tanques. Algunos niños se acercaban con botellas, otros solo agradecían con una sonrisa o una bendición, recordó el coronel Murillo. 

¿Qué afectó la distribución del agua en Quito?

La emergencia se originó por la rotura de una tubería del sistema Mica Quito Sur, a 4 kilómetros de la laguna Mica, cerca del volcán Antisana. Esa línea transportaba agua cruda hasta la planta de tratamiento que abastece a gran parte del sur de Quito.

Según el alcalde Pabel Muñoz, el daño dejó sin servicio a 89 mil abonados, afectando a más de 400 mil personas. El colapso fue total y duró alrededor de 14 días. Hospitales, escuelas y barrios enteros quedaron a merced de tanqueros y donaciones solidarias.

El Municipio de Quito informó que el 92% del servicio ya fue restablecido. Se prevé que en las próximas horas  el sistema opere con normalidad. 

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