Las advertencias para evitar aglomeraciones en Quito han caído en oídos sordos, ya que las autoridades descubrieron que cerca de 2.000 personas se habían reunido en el sector de Paquisha, en el sur de la urbe.

Durante el fin de semana, en esa zona de la parroquia de Guamaní –una de las más golpeadas por el contagio de COVID-19– habían organizado una corrida de toros con plaza incluida. Alrededor de esta se encontraban los espectadores sin respetar medidas de bioseguridad como el distanciamiento.

Las autoridades de la Intendencia de Policía de Pichincha y de la Secretaría de Seguridad del Municipio llegaron a este escenario ilegal. Lo hicieron con agentes de Control Metropolitano y de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO).

Ante la presencia de los uniformados, los ánimos se caldearon y los presentes empezaron a agredirlos. Se resistían a ser desalojados y en el pleito, tres personas resultaron heridas.

Uno de los más afectados fue un policía al que le partieron la nariz y parte de la ceja izquierda de un solo golpe. Fue llevado a una casa de salud para su estabilización.