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A la espera de reiniciar sus labores
Santo Domingo de los Tsáchilas
Vilma Vilela, sobrevivente del terremoto, cree que está viva con su familia por intervención divina.
La sexagenaria reveló que en el momento de la catástrofe se abrazaron en el centro de su casa mientras las paredes se desplomaban hacia afuera y no al centro de la vivienda donde estaban ellos. De lo contrario los habrían aplastado a todos.
Wilson Castañeda, compañero de vida de Vilma desde hace 35 años, coincide con ella en que estar vivos es “un milagro”. Solo su hija Adriana tuvo varios cortes en su pie, pero se recupera.
Marco Jama junto a su esposa y dos hijos son otros de los damnificados de Pedernales que fueron trasladados a las instalaciones de la Asociación de Jóvenes Cristianos (ACJ) de Santo Domingo, donde sus voluntarios les acomodaron colchones.
Los niños tiene espacios lúdicos donde pueden jugar.
Geomara Rodríguez, presidenta de la ACJ, informó que “estamos levantando datos, para ayudar a las familias a reintegrarse al ámbito laboral y social”.
En el centro de Santo Domingo y en zonas alejadas han levantado otros albergues para acoger a personas de las costas manabitas. (EC)