¿Por qué lo han defendido casi ciegamente?

Henry Cucalón, exasambleísta, exministro de Gobierno y político curtido, lo tiene claro: “La Comisión de Fiscalización no tiene independencia, hace absolutamente lo que decide el Ejecutivo. El señor Álvarez, quien la dirige, es un operador de la Presidencia de la República y mientras siga confiando en él, cumplirá las órdenes”.

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Cucalón sostiene que no hay más explicación. En ese sentido, le parece lamentable que Álvarez no cumpla su labor de fiscalización responsablemente y que dicha comisión se haya prestado para el “sainete”.

“No tienen criterio propio”, dice. Y recuerda como anécdota que en el período legislativo anterior, el Gobierno de Daniel Noboa hizo un acuerdo con el correísmo y le “regaló la Comisión de Fiscalización”.

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Juan Fernando Flores, exasambleísta y directivo de CREO, opina que “ADN busca cuidar a su principal artífice de mañoserías y usar la Comisión de Fiscalización para un teatro, no como un espacio real para hacer control político”.

Flores argumenta que regularmente en materia política, se genera un espíritu de cuerpo. “Es una reacción visceral de cobijar al camarada y más en este caso, en el que hay una dosis extra de respaldo porque es un desertor del correísmo y continúa vigente esa pugna”.

Además, como analizó Cucalón, le parece que Ferdinan Álvarez no se aventuró por su cuenta a llevar a Salcedo a su comisión. “Me suena a que fue un juego pirotécnico convenido con el equipo político del presidente Noboa”.

Y en consecuencia, si de alguna manera la maniobra no resultó todo lo quirúrgica que pretendían, están “obligados” a respaldarlo.

La utilidad

Flores añade que ADN cuidará de Ferdinan Álvarez y lo empleará hasta cuando le parezca útil. Luego “lo lanzará al agua. Así han actuado desde hace tiempo y no harán la diferencia en este caso. Es lamentable porque eso daña la imagen de la propia Asamblea, que de por sí está aún en deuda: no han revelado los nombres de todos los funcionarios que tenían a sus familiares en sus despachos, así como en ministerios y ciertas secretarias”.

Desde ADN, el asambleísta Adrián Castro dice que su organización no puede darle oídos a “un delincuente como Jordán. Cree tener patente de corso. Si no tuviera rabo de paja, vendría a Ecuador, pero no da la cara a la justicia”.

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