Los integrantes del grupo folclórico que formó hace 53 años le hicieron la calle de honor. Chicos con trajes de charros y damas con vestidos multicolores de las diferentes culturas del país, se ubicaron a la entrada de la Catedral de Ambato; y, aunque vestían de fiesta, sus corazones están de luto por la muerte del maestro de la danza y el arte, Carlos Quinde Mancero, quien este 14 de mayo, cumpliría 75 años.

Ayer, 13 de mayo, una bronconeumonía se llevó al ícono del folclor en Ambato, provincia de Tungurahua. La ciudad llora su inesperada partida. Antes del ingreso del féretro a la misa de cuerpo presente, los jóvenes tocaron la bocina y quienes acudieron hasta el templo se emocionaron, hasta llorar. A las 14:30 del sábado 14 de mayo empezó la ceremonia religiosa y después sus restos fueron llevados a la exhumación.

Quinde quien nació en Chunchi, Chimborazo; fue llevado a los 40 días de nacido hasta Guayaquil, después a Cuenca y a los cinco años de edad sus padres se radicaron en Ambato, tierra donde murió, 70 años después.

“Carlos Quinde fue reconocido no solo en Ambato, sino en el país y el mundo, a través de su grupo folclórico que nació en 1969 con su nombre, pero en 1970 se lo cambió a Grupo Folclórico Tungurahua, con el que representó a la provincia y al país en diferentes escenarios, entre ellos Europa, Estados Unidos, Medio Oriente y Sudamérica; e incluso estuvo en las audiencias de los papas Juan Pablo II y Francisco”, recordó su amigo Pablo Reinoso.

Por su trabajo fue reconocido por la Asamblea Nacional, Gobierno Provincial, Municipalidad de Ambato y recibió decenas de condecoraciones y premios. El maestro de la danza ahora es leyenda.